Por Zucely Almarales
La discriminación, los tocamientos indebidos, el maltrato físico, el acoso sexual por Internet y la presión constante sobre su autoestima; son parte del amplio abanico de manifestaciones violentas que enfrentan las mujeres en situación de discapacidad. Estas manifestaciones solo se podrán solucionar con educación y reconocimiento.
En Cuba y en el mundo, la lucha por los derechos de las mujeres ha dado pasos importantes, sin embargo, hay una verdad que todavía se pasa por alto: cuando el género se cruza con discapacidad, la desigualdad se profundiza.