Por Aime Sosa Pompa
Caminar por la Cuba alejada de las calles citadinas y los asfaltos, es apostar porque las buenas sorpresas te encuentren en cada esquina. Conversar con gente que regala sonrisas y diálogo sincero, mientras se unen para dar una bienvenida con lo poco que tienen, es un privilegio. Así, con tales impresiones, en Río Potrero, una comunidad en el municipio oriental de Las Tunas, fue recibido un equipo de la Editorial de la Mujer, junto a representantes del Centro de Referencias para Iniciativas Comunitarias (CIERI) y la agencia italiana de la sociedad civil COSPE; como parte de un recorrido del proyecto "No Más. Prevención y respuesta a la violencia contra las mujeres en Cuba”.
Más de 20 federadas del Bloque de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) Celia Sánchez Manduley y algunos hombres de las familias que viven cerca se juntaron para conversar y compartir ideas sobre ese tema que tanta atención merece cada día.
Con la descripción de la comunidad que hizo la profe Alina, como llaman allí a Alina Acanda Cruz, la secretaria del bloque, miembro del Comité Municipal y profesora de Cultura Física jubilada y reincorporada, ese barrio se convierte en un retrato vivo de Cuba.
Las mujeres son el eje de un entramado social que refleja, en pequeña escala, las luces y desafíos de toda una nación. La FMC agrupa a la mayoría de las mujeres de Río Potrero, unas 670, con participación activa en iniciativas locales.
La comunidad presenta un espectro educativo amplio, explica Alina. Una parte de las mujeres alcanzó el nivel básico (primaria y secundaria), mientras que otras completaron el bachillerato o estudios técnicos. Pocas son las que cuentan con formación universitaria, y son profesionales de la medicina, ingeniería y pedagogía.
Los dos consultorios médicos de la zona atienden a mujeres con prevalencia de enfermedades crónicas como hipertensión arterial, diabetes, cardiopatías y asma.
También se registran casos de alcoholismo, un problema de salud pública recurrente en el país. Pocas embarazadas y niños lactantes forman parte de los programas prioritarios, con seguimiento a recién nacidos y madres en periodo de gestación.
Es un mapa condensado en Río Potrero que se reconoce como un espacio de estudio y acción para comprender y transformar las realidades compartidas de la Isla.
Dinámicas comunitarias: entre la atención y los desafíos
En lo que respecta al trabajo comunitario de prevención, a la atención a la violencia de género y en el escenario familiar en esa comunidad, la profe Alina reconoce que se han tenido varias incidencias, en las cuales el grupo comunitario ha tenido que intervenir para prevenir o darle solución a estos diferentes problemas, sobre todo a partir de la relación existente entre la Casa de Orientación a la Mujer y a las Familias y la Casa Taller del barrio.
Ante cualquier situación, se unen la delegada del Poder Popular, trabajadoras sociales, las secretaria de las delegaciones de la FMC y las vecinas para encontrar una inmediata solución.
Las anécdotas abren un abanico de conflictos familiares que van desde menores dejados sin supervisión adulta durante la noche, hechos de violencia intrafamiliar hasta agresiones físicas y verbales entre madres e hijos, evasión de responsabilidades educativas, incluyendo el envío irregular de menores a centros de enseñanza o niños en situación de calle.
Entre otras preocupaciones figuran los abandonos escolares en niveles de secundaria y preuniversitario, así como conflictos entre adolescentes derivados de relaciones sentimentales.
Con similar interés se incide en la salud materno-infantil y la educación con embarazadas que omitieron exámenes médicos esenciales, faltaron a consultas prenatales o rechazos puntuales a esquemas de vacunación infantil.
Las vulnerabilidades económicas y sociales son parte de esa dinámica que implica estar al tanto de quienes necesitan ayuda: adultos mayores en soledad que enfrentan dificultades y falta de apoyo familiar o madres con tres o más hijos en condiciones de hacinamiento y precariedad material.
Escuchar a federadas como Yenet Garcés, Miriannis Guerrero y Yaine Batista sobre las rutas legales y el abordaje de fenómenos mediante programas de prevención y de parentalidad responsable que realizan, dan una visión de las fortalezas presentes en Río Potrero para crear espacios de confianza y que las consejerías sigan siendo un pilar fuerte.
Una anécdota simpática devela también la importancia de estar a tono con las redes sociales y las formas de comunicación más inmediatas, pues Ricardo Romero Drake, presidente del Consejo Popular 18, Reparto Santos, nos enseña como se llama el grupo de WhatsApp donde él es el único hombre: “Mujeres Empoderadas”.
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