Por Haila Chacón Rodríguez
Marta Isabel Ramos Vegas tiene 64 años y es una de las abuelitas que asiste cada lunes, miércoles y viernes a las clases de Tai Chi, en el céntrico Parque José Martí, práctica que se ha vuelto cotidiana en diversos grupos etarios de la ciudad de Guantánamo.
“El Tai Chi me ha ayudado en mi sistema respiratorio, ya que soy asmática, así como también para la circulación y el equilibrio; después de cada sesión me siento muy bien, para mí, es fundamental, además padezco de hipertensión y gracias a los ejercicios he logrado compensarla, debería ser una opción a la que acudan todos", comentó.
Conocido como Taiji Quan, el Tai Chi Chuan, es un arte marcial que practican millones de personas en todo el mundo debido a los múltiples beneficios que ofrece, tanto a nivel corporal como mental, por la parte de meditación que incluye.
Joaquín López Guzmán, profesor de Cultura Física en el Combinado Deportivo Centro, explicó que es una práctica de origen chino que combina movimientos suaves y fluidos con profunda concentración mental y respiración controlada, estimula el sistema nervioso, aumenta la flexibilidad, reduce el estrés, alivia el dolor crónico, mejora la socialización, el sueño y el bienestar general.
Estos ejercicios son lentos, pausados, con poco grado de dificultad, trabaja el ritmo, el aprendizaje y el equilibrio lo cual fortalece en el adulto mayor su sistema osteomuscular, respiratorio y cardiovascular, recalcó el entrenador.
Mi labor con el adulto mayor la centro en la práctica de la gimnasia Tao Yin; Tao, significa el camino de los humanos, de la naturaleza, hacia la fuente de vida, Wu Chi, la energía indiferenciada y sin forma que impregna toda la creación; en tanto Yin representa el concepto taoísta conocido como el poder de la mente-ojo-corazón y radica en dirigir precisamente ese poder, explica López Guzmán.
Refiere que la mayoría de sus alumnos padecen de hipertensión, artrosis, artritis, diabetes mellitus, cardiopatías, “les pido que escuchen su cuerpo para que así puedan realizar los ejercicios hasta el límite de este y no sufran ningún dolor y a medida que lo ejecutan disminuyen las dolencias asociadas a la edad y la inactividad”.
Cuenta con seis grupos de 20 participantes, de los cuales asisten a las sesiones más del 50 por ciento. Sobre la efectividad de esta actividad física, atestigua Miriam Obret Carbonel, de 75 años, quien padece de artrosis y afirma que desde que practica el Tai Chi, ha mejorado considerablemente, le ha dado vida.
Dice que cada vez que sale de las clases se siente contenta, los realiza en su casa los días alternos; cuenta que al principio le costaba un poco, pero ahora ha cogido el ritmo, el profesor adapta las enseñanzas a las diferencias individuales, ya que no todos aprendemos de la misma manera, les recomiendo que lo practiquen no solo las personas mayores sino también los jóvenes.
El Tai Chi se considera una forma de arte marcial interna, pero su enfoque principal es la salud y el bienestar en lugar de la competencia, es una práctica accesible para personas de todas las edades y niveles de condición física para lograr calidad de vida entre el cuerpo y la mente.
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