Foto: De la autora
Por Yamylé Fernández Rodríguez
Aunque en su familia no existe nadie dedicado a la vida militar, desde pequeña Darling Socarrás González se sintió atraída por el trabajo policial, fue así que tras seis años de estudios en el Instituto Superior del Ministerio del Interior (Minint) Mario Águila Bernal, de Camagüey, pasó a formar parte de la Policía Nacional Revolucionaria.
“Mi hermano y yo tuvimos una crianza en un ámbito de mucha disciplina y, tal vez por eso, desde niña sentí la vocación para ser oficial del Minint”, comenta la hoy teniente de solo 25 años de edad.
“Entré a este mundo con solo 17 años y desde entonces he crecido como profesional, como ser humano y mujer”.
“Cuando he llegado a la escena de algún hecho y he tenido que implantar el debido respeto que ello amerita, se nota en las personas la admiración al verme tan joven en estas funciones, lo que es motivo de orgullo”, agrega la oficial.
Como es sabido, integrar el Ministerio del Interior implica gran consagración y desvelos, pues se trata del organismo encargado de velar por la tranquilidad ciudadana en todo momento y mucho más en la actualidad, cuando se recrudecen las campañas subversivas y de manipulación por parte de los odiadores de la Revolución Cubana.
En medio de tal contexto, Darling se siente útil y orgullosa de su uniforme azul.
“No es fácil ser integrante del Ministerio del Interior en estos tiempos, pero dondequiera que me paro lo hago con la satisfacción de pertenecer a sus filas.
En el caso de nosotras, las mujeres, hemos demostrado que somos muy fuertes y podemos hacer todo lo que nos proponemos, y eso es algo que también defiendo al máximo desde mi posición.
Esta es una profesión tan bella, que realmente para sentirlo hay que estar aquí, afirma, al tiempo que exhorta a otras muchachas a sumarse si se sienten con aptitud para ello, a no creer mensajes malintencionados que circulan por las redes sociales de Internet.
Añade que el Minint le posibilita, además de la preparación física, acciones de superación profesional, lo que igualmente agradece.
De modo especial Darling resalta el desempeño juvenil en diferentes especialidades de dicha institución y aclara que, como jóvenes al fin, también les gusta compartir. “Somos militares, pero ello no quiere decir que no nos guste una fiesta o una actividad cultural”.
Esta oficial camagüeyana, encuentra el espacio para compartir con sus padres y hermano, quienes son su puerto seguro en cualquier circunstancia.
“Para todo hay tiempo porque cuando se quiere se puede, mi familia siempre me acompaña. Por eso el día que llego tarde no hay problemas porque ellos entienden mi trabajo”.
Como una fuerte convicción, Darling defiende el principio de que el uniforme de policía no "se lo quita ni dormida", pues aunque esté en casa, siempre está dispuesta a acudir ante algún llamado.
“Para mí ser policía es algo que llevo en el corazón, algo que realmente llevo conmigo”.
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