miércoles, 23 de abril de 2025

Estrategia de integración social de personas trans en Cuba

 


Por Lianne Garbey Bicet y Gabriela Milena Padrón Morejón

En 2008, Cuba marcó un hito al promulgar la Resolución 126, que asegura el acceso gratuito a las cirugías de reasignación sexual —también conocidas como cirugías de confirmación de género— para personas trans, convirtiéndose en el primer país de América Latina en garantizar este derecho.

Años después, en 2022, el avance continuó con la aprobación del artículo 388 del nuevo Código Penal, que sanciona la discriminación basada en la identidad de género. Ese mismo año, el Código de las Familias consagró el derecho de las personas a vivir su identidad plenamente y ejercer sus derechos sexuales y reproductivos, sin distinción por orientación sexual o percepción de género.

No obstante, estos logros legales conviven con una realidad más compleja: en la Cuba actual, la transfobia y la homofobia continúan presentes en la vida cotidiana de muchas personas LGBTIQ+. Estas formas de violencia no se manifiestan en leyes o políticas, sino en actitudes sociales profundamente arraigadas, alimentadas por concepciones erróneas como el machismo y el patriarcado, que aún persisten en distintos espacios, incluidos el sector de la salud.

Partiendo de este contexto, la directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex),  Mariela Castro Espín, intervino durante la segunda jornada del V Simposio Internacional de Salud Materno-infantil desde la equidad y con una mirada Una Salud, que tiene lugar en el marco de Cuba Salud 2025 con la presentación: “Estrategia de integración social de personas trans en Cuba”.

¿Cuáles eran las posturas hegemónicas en el mundo respecto a esta realidad? 

Totalmente biologicista, sanitarista, ya que desde la medicina se patologizaba a las personas transexuales y ese criterio fue cambiando cuando las ciencias sociales y humanísticas empezaron a aportar otros elementos de análisis, expuso Castro Espín.

De igual manera, explicó que desde la Asamblea Nacional y diversas instituciones científicas y educativas, se ha promovido una agenda orientada a dignificar la vida de las personas trans y de la comunidad LGBTIQ+ en Cuba.

En estos momentos trabajamos en una “Ley  de Registro Civil” y entre sus ejes fundamentales está flexibilizar la comprensión del género, cuestionando su rigidez tradicional e impulsando una mirada más inclusiva en el sistema educativo y el de salud, añadió la directora del CENESEX.

A través de iniciativas como el curso para docentes titulado “La flexibilización del género: un desafío de la educación integral de la sexualidad”, especialistas de la institución, también buscan  desmontar los esquemas culturales que limitan la vivencia de la identidad y la sexualidad.  “Por eso la estrategia está pensada desde una mirada de atención integral a la salud, con una comisión multidisciplinaria”, concluyó la investigadora.

La idea es que cualquier persona trans pueda acudir a su consultorio médico de familia y encontrar allí profesionales capacitados para acompañar sus procesos con respeto y conocimiento. Esta estrategia no se limita a reformas legislativas sino que incluye una transformación profunda en los ámbitos educativo, sanitario y comunicacional. 

En cada una de sus líneas de acción se reconoce la urgencia de formar adecuadamente al personal en estos sectores y de fortalecer el rol activo de estas comunidades en la sociedad. Que puedan verse reflejadas en los medios, reconocerse en sus entornos y ejercer plenamente su ciudadanía, con acceso real a espacios de preparación y participación.

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