lunes, 18 de agosto de 2025

La pinera Caridad: ejemplo de resiliencia



Por Linet Gordillo Guillama

A pesar de los avances de la ciencia que ofrecen mejor calidad de vida a las personas con discapacidad y de la política social inclusiva del Estado cubano, Caridad Herrera García, pinera con baja visión, ha tenido que superar numerosos desafíos debido a su discapacidad visual.

Se trata de un padecimiento congénito que, en mayor o menor grado, sufren varias personas de mi familia y consiste en una miopía muy avanzada sumada a un daño en la retina, explica Caridad en entrevista exclusiva.

Criada por su padre y sobreprotegida por la familia, su autonomía se vio menguada. Los problemas se intensificaron al ingresar a la escuela, ya que en aquel entonces no contaba con enseñanza especial.

 Recuerdo que tenía que copiar las notas de clase con la ayuda de una compañerita porque no lograba ver los trazos en la pizarra. Además, enfrenté el bullying de otros niños debido a mi discapacidad, lo que ralentizó mi aprendizaje, especialmente en la lectura. A pesar de todo, logré terminar el noveno grado,  relata sin pudor mientras se acomoda en la silla.

Hoy, a sus 51 años, Caridad reconoce que la fuerza y determinación la han recompensado con grandes logros. Ha trabajado desde los 20, formó una familia y crió a sus dos hijos, de quienes está muy orgullosa. Un paso crucial en su vida fue integrarse a la Asociación Nacional del Ciego (Anci) en el municipio especial.

En la ANCI tengo la extensión de mi familia, personas que enfrentan las mismas dificultades que yo y se reinventan cada día para dar lo mejor de sí, a pesar de las limitantes que aún padecemos, comenta animada.

Destaca la entrevistada que el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba les afecta más que al resto de los ciudadanos. Limita el acceso a tecnologías oftalmológicas avanzadas, literatura en sistema Braille y computadoras con programas como Jaws, que facilitan la vida de los invidentes. 

Además, señala que todavía hay personas que no reconocen a las personas con discapacidad visual ni a las personas sordas e hipoacúsicas como personas con discapacidad, lo cual dificulta la convivencia social.

A pesar de todas las dificultades, Caridad se siente realizada y agradecida por haber nacido en Cuba y crecer con la Revolución. Actualmente es vicepresidenta de la ANCI, lo que la compromete a trabajar más y mejor por el bienestar de los asociados.

"Siendo mujer, negra y con discapacidad ¿qué habría sido de mí en otro lugar del mundo? se pregunta, orgullosa de sus logros y capacidad de resiliencia. 


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