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miércoles, 6 de noviembre de 2024

Razones que Convenzan

  



Por Marilys Suárez Moreno

Las sanciones tienen que aplicarse asociadas en tiempo y espacio cuando ocurran, ni antes ni después, si es que se desea dejar un buen ejemplo. Por lo regular, el adulto que castiga está molesto por la mala conducta del menor. Si ha roto un objeto, ensuciado las ropas, o perdido algo, ciertos padres se mortifican por las consecuencias de esa conducta y apelan enseguida a un buen castigo.

En otras ocasiones, si el infante se porta mal en un lugar público, no está tranquilo en una visita, o por cualquier otro motivo “hace quedar mal al familiar”, y esto provoca irritación. En estos casos, la persona, entiéndase madre, padre o persona a cargo, descarga su malestar a través del castigo.

miércoles, 30 de octubre de 2024

Familia, alma de la sociedad


Por Marilys Suárez Moreno

Comienzo con una pregunta. ¿Alguna vez ha sentido que, a pesar de compartir la mesa, algún que otro programa de la televisión e incluso los paseos, cualquiera de los miembros de la familia se comporta distante y hasta desconsiderado entre sí?

Pues sí, ocurre, porque la coexistencia en armonía no siempre puede sostenerse, y los valores que son sus verdaderos pilares, se ven amenazados por diversas circunstancias, máxime cuando el clima afectivo, educativo, pacífico y amoroso atraviesa problemas, como la propia disfuncionalidad de la familia, pongamos por caso.

Vivimos tiempos complejos, verdaderamente difíciles y esa situación repercute también en el ámbito familiar.

miércoles, 23 de octubre de 2024

Paciencia, una virtud

 


Foto: Unicef Cuba

Por Marilys Suárez Moreno

De pie ante Danielito, su hijo de 12 años, fuerte y espigado para su edad, Laura se pregunta qué va a hacer con él, pues el muchacho se le encara y se muestra bastante desobediente ante cualquier reclamo suyo. Ella es madre soltera y aunque el padre de su hijo la ayuda económicamente, hasta ahí llega su preocupación.

Demás está decir que Laura es de esas personas que no tienen mucha paciencia y la poca que le queda la pierde con “las cosas de su niño”, aunque sus amistades le dicen que así no va a disciplinarlo y lo volverá más rebelde, pero ni modo.

Hace rato que el chico la llevó al paroxismo de su poco o ningún aguante y a estas alturas no conoce ni el significado de la palabra paciencia que le repiten hasta el cansancio, y por cualquier cosa la emprende a golpes y a gritos contra el muchacho, en su afán de hacerlo entrar por el aro, como ella dice.

miércoles, 16 de octubre de 2024

La imparcialidad en la balanza


Por Marilys Suárez Moreno

La mejor manera de actuar con justeza ante el comportamiento infantil radica en saber aceptar a la niña o el niño tal como son, destacando los rasgos positivos y tangibles que tienen y no exigiéndoles más de lo que sus medios y posibilidades les permiten.

A veces los padres no saben ver en su actuación hacia los menores la explicación de algún problema surgido. Por ejemplo, una discusión entre hermanos porque ninguno respeta los derechos del otro. Entonces, castigan a los dos niños sin analizar las causas verdaderas: sin ver que en muchas ocasiones son los propios adultos los que toman, usan, cambian de lugar o botan las pertenencias de los infantes, sin contar con ellos y sin brindarles un ejemplo de cómo comportarse adecuadamente, dando lugar a una decisión parcial y, si se quiere, arbitraria.

miércoles, 11 de septiembre de 2024

La Escuela, como propia

 


Por Marilys Suárez Moreno

Como todas las iniciaciones siempre hay expectativas, miedos, entusiasmo, alegría. Seguramente experimentando algunos de esos sentimientos y otros muchos más, se levantaron tempranito el pasado 2 de septiembre las y los pequeños que comenzaron su etapa prescolar.

Y ciertamente, la entrada a una escuela el primer día de clases de los niños y las niñas que comienzan el largo camino del saber, refleja las más disimiles reacciones infantiles, según la singularidad de cada infante.

Algunos desbordan entusiasmo, a tono con un carácter más extrovertido, mientras que otros u otras se aferran a las manos de papá y mamá, temerosos de lo que les aguarda tras las puertas del lugar que le han dicho será su escuela.

miércoles, 21 de agosto de 2024

Crecen sin pedir permiso


Por Marilys Suárez Moreno

Mariana no concebía lo que su hijo mayor le decía. Tanto él como su hermano disfrutaban de su adolescencia y exigían que los dejaran salir ese fin de semana a una casa en la playa, donde una de las muchachitas del grupo iba a celebrar sus 15 años. ¿Por qué no podemos, por qué?, repetían una y otra vez, sacándola de sus casillas.

Ella estaba divorciada del padre de los muchachos y, aunque éste era un papá ocupado y preocupado por sus hijos, ahora mismo no estaba a su lado, apoyándola, quizás en sus negativas, se decía, mientras sus pensamientos viajaban hacia aquellas criaturas que muy pronto dejaron los pañales, la toma de leche a sus horas y los pasitos inseguros de su aprendizaje.

Crecieron y ella apenas lo percibió. Crecieron dejando atrás los cumpleaños de su primera infancia, los juegos, el círculo infantil, los uniformes y mochilas listas para adentrarse en su primera vez a la escuela. Crecieron también en la obediencia y la desobediencia familiar, como suele ocurrir.

miércoles, 14 de agosto de 2024

El momento de empezar


 

Por Marilys Suárez Moreno

Javier tiene tres años y ya campea por sus fueros por toda la casa. Se encarama sobre los muebles, pinta las paredes, tira al piso cuanto objeto encuentra a su paso, arranca las hojas de las plantas. Pero nadie osa requerirlo. “Es chiquito todavía”, se dicen, confiados en que el tiempo y la escuela lo educarán.

Craso error. Es desde las edades tempranas y en el seno del hogar que se deben aprender las normas correctas de convivencia social, por tanto, es un buen momento para iniciarlas y plantear los primeros límites, dado que el niño va creciendo y a los cambios físicos, psíquicos y emocionales se unen otras necesidades: moverse, manipular objetos, explorar cuanto le rodea, jugar, preguntar.

Muchos padres se preocupan por crear buenos hábitos de sueño, alimentación, etc., pero no toman el interés necesario para enseñar al hijo modales de cortesía y formas de respeto mutuo, indispensables para la vida en sociedad. Se precisa, pues, acostumbrarlo a cumplir lo que se le pide y a no hacer aquello que se le prohíbe, además de incorporar a su comprensión el significado del “no se puede”, “no se debe”, “no se toca”. Inculcar esta obediencia demanda que las exigencias planteadas correspondan con sus posibilidades, según la edad.

miércoles, 3 de julio de 2024

Límites y fronteras

 

Por Marilys Suárez Moreno

La vida de Melissa está regida por el reloj. Apenas comenzó el prescolar, su mamá la inscribió en una escuela de baile español y en clases de inglés, cerca de su casa. Hoy la niña tiene 10 años y su escaso tiempo libre lo emplea en estudiar y jugar en su computadora. Algo similar ocurre con Anthony, de ocho años, inscrito en un grupo de baile y cuya agenda se completa con tres días de repaso a la semana.

Daniel, por su parte, vive su infancia sin mayores presiones que las de aprobar el grado y estar a las nueve de la noche en casa para bañarse, comer y hacer las tareas. Lo mismo sucede con Josué, Cristian, Anabel, Melanie y el Dany, otros chicos y chicas del barrio, quienes apenas llegan de la escuela corretean por la calle, ajenos a los regaños de los vecinos, hasta que son llamados a gritos, generalmente por sus madres, interrumpiendo el jolgorio que se prolonga hasta tarde en la noche para disgusto del vecindario.

Muchos de estos menores se bañan y comen a las tantas de la noche, ajenos a los límites o normativas que deben pautar la vida infantil desde la más temprana infancia, porque desde muy corta edad se han acostumbrado a conseguir lo que desean y hacer su voluntad, sin que sus familias se preocupen mucho por ello.

miércoles, 8 de mayo de 2024

Mejores ejemplos y menos sermones



Por Marilys Suárez Moreno

Muchas madres (por lo general son ellas), se pasan el día llamando la atención a sus hijos e hijas sobre todo lo que hacen mal o no hacen, pero no toman medidas concretas para cambiar la situación y estimular en su descendencia los mejores ejemplos.

Debemos ahorrarnos los sermones que el niño o la niña de corta edad no entiende y que a quienes tienen  más edad no les interesa, además, producen pocos resultados ya que el infante se acostumbra a esa “muela” y no les causa ningún efecto.

Cuando algún infante actúa incorrectamente, lo más práctico es abordar de inmediato el problema y resolverlo a fin de evitar que ese proceder se haga habitual y tome derroteros más difíciles y problemáticos. Incluso, recordatorios pequeños como cuidar de su ropa y juguetes hasta el arreglar su cama al levantarse, resultan buenos ejemplos a la hora de encausar sus horarios de vida La explicación mediante la palabra y el ejemplo mediato es una buena manera de enseñarles desde ya pequeñas responsabilidades.

miércoles, 24 de abril de 2024

Crianza respetuosa



Por Marilys Suárez Moreno

“Te callas que soy tu madre”, “Mira como me hablas...” Estas y otras frases por el estilo se escuchan con frecuencia en boca de padres, madres y hasta vecinos, descontentos con las actitudes irrespetuosas de algunos niños y niñas. Conductas incubadas desde una edad en que comienza a formarse la imagen de quienes les rodean.

Es frecuente ver a menores de todas las edades murmurando entre dientes por cualquier motivo y poner en su boca palabras como “cállate”, “déjame”, “me da la gana”, amén de pataletas y exabruptos que colocan en jaque a la familia. Remisos a acatar reglas u órdenes, manifiestan una conducta francamente desaprobatoria. En no pocas ocasiones, reflejo del medio familiar en que crecen.

Según definiciones, el respeto es un valor que permite a la persona reconocer, aceptar, apreciar y valorar las cualidades del prójimo y sus derechos. Se debe a todos, en especial a los mayores, las autoridades y los familiares, y resulta esencial para que reine la paz y la armonía entre las personas y la sociedad en general. No respetar, ignorar normativas, leyes y preceptos sería como andar a la desbandada, con total ausencia de deberes y derechos.

miércoles, 10 de abril de 2024

Siempre el respeto

 


Por Marilys Suárez Moreno

En Cuba, niñas y niños tienen garantizados desde su nacimiento todos sus derechos, incluidos su protección y sano desarrollo. Mas las primeras nociones de convivencia humana las reciben en el hogar, con la familia., donde se sientan las bases de su formación integral, moral, física, estética, laboral, patriótica, ética.

Cuando se habla de amor a la verdad, del principio de la honradez, de la honestidad y la vergüenza ciudadana, cosas tan fundamentales en la vida del ser humano, deben establecerse, como siempre decimos, desde la cuna y, por ende, es muy importante que todo lo que rodee a la niña o niño esté impregnado de esos preceptos, ya sea en el hogar, la escuela o el barrio.

Cada infante es una personalidad diferente y como tal hay que verles y así tratarles. Hablar de las diferencias, pero sin emitir juicios acerca de ellas, favorece la situación y aunque ninguna mamá o papá hace diferencias entre sus hijos e hijas, si les tratamos en ocasiones de manera diferenciada. Y la respuesta es simple. “Es que ustedes son muy diferentes, lo cual es maravilloso. Por eso tengo que tratarlos de manera distinta”.

miércoles, 3 de abril de 2024

Infancias inquietas


Por Marilys Suárez Moreno

No todos los niños y las niñas se comportan del mismo modo. Por lo regular, aun entre hermanos, unos tienen el temperamento inquieto, otros tranquilo, pero sí resulta importante no confundir la natural inquietud y vivacidad del infante --que suele ser síntoma de exuberante salud y carácter extrovertido--, con la inquietud extrema que puede tener ciertos significados patológicos de tipo nervioso.

La niña o el niño inquieto, alegre, con deseos de jugar y que da cierta guerra en la casa puede ser guiado para adaptarlo a las normas indispensables de la conducta infantil. Pero conducirlo, requiere tacto, delicadeza y una buena dosis de paciencia si se quiere evitar que esa inquietud pueda transformarse en hiperactividad o en rebeldía si es tratado con mucha dureza o lo clasificamos, a priori, como un inadaptado.

miércoles, 20 de marzo de 2024

Obedecer o no, esa es la cuestión



Por Marilys Suárez Moreno

El tema es recurrente y nos llega por diversas vías: un correo electrónico, la experiencia de una persona amiga, lo experimentado por una vecina y las historias de muchas familias. En todas, prima la preocupación por hijas e hijos desobedientes, a los que les cuesta asimilar los límites impuestos para su formación.

Psicólogos y pedagogos de reconocida trayectoria aseguran que los límites son de suma importancia en la educación y desarrollo del individuo y están vistos como las normas sociales que deben recibir los infantes.

Entre otros, algo fundamental es la iniciación de estos en los demás, porque nadie puede colocar los suyos más allá de los de otros y porque también hay que aprender a respetar. Por eso los fines se mezclan siempre con normas, obediencia, educación, reglas y valores morales. No se pueden establecer de manera total, sino acordes a un contexto determinado y en dependencia de la edad.

miércoles, 6 de marzo de 2024

Comportamientos


Por Marilys Suarez Moreno

Los modales como los buenos hábitos, comienzan casi desde que se nace y guardan estrecha relación unos con otros. Las reglas y normas como la corrección y cortesía, definen el comportamiento que los demás esperan de nosotros.

Por tanto, resulta indispensable que los infantes crezcan en un ambiente tutelado por las buenas conductas y la responsabilidad de la familia para hacer lo que les piden y cómo hacerlo. Si ofrecemos o proyectamos dobles mensajes, ellos se sentirán confusos y optaran por imitar lo que vean, sin interiorizar lo que le dicen que es adecuado y correcto.

miércoles, 28 de febrero de 2024

Llanto infantil


Por Marilys Suarez Moreno

Los niños(as) lloran por muchas razones, según los psicólogos, porque el llanto es una respuesta emocional a una experiencia o situación de sufrimiento. El grado de su angustia depende de los niveles de desarrollo y de las experiencias que han tenido.

Lloran cuando sienten dolor, temor, tristeza, frustración, confusión, ira o cuando no pueden manifestar sentimientos sienten que no son atendidos como reclaman. El llanto es una expresión de desahogo y una respuesta normal a las situaciones angustiantes que un menor no puede resolver. Con el tiempo aprenderá a expresar esos sentimientos sin llorar.

miércoles, 7 de febrero de 2024

El momento de los” NO”

 


Por Marilys Suárez Moreno

Ponerle límites al niño o niña de dos a cinco años no es una arbitrariedad, es ayudarle a vivir más integrado al mundo que le rodea.

Un menor de esas edades tiene una visión del mundo tan ancha como sus ansias de descubrimiento. Está lleno de iniciativas y busca ejercerlas a su modo. Posee una estructura ósea que le permite ciertas habilidades y empieza a disponer de un arma más sofisticada, el lenguaje.

Ya exige, pregunta, indaga, grita y patalea, llegado el caso. Es una edad donde prima el egocentrismo, o sea, todo está centrado en sus propios puntos de vista y se precisa obrar tempranamente para que dicho comportamiento no se estructure como un rasgo definitivo del carácter.

miércoles, 31 de enero de 2024

El arte de saber reprender



Por Marilys Suarez Moreno

“Mi hija es terriblemente malcriada y cuando no se le complace o se hace lo que ella quiere, grita, se tira en el piso y se vuelve muy colérica y violenta. No sé qué voy a hacer con ella”.

Esta frase en boca de una joven mamá me alarmó bastante, pues pensé que hablaba de una niña pequeña de dos o tres años. Edades en que los accesos de cólera son mucho más comprensibles y hasta justificables que en edades posteriores, como es el caso que le preocupa a esta madre, pues su hija tiene 12 años.

En los infantes de edad prescolar no hay que asustarse ni impresionarse si el niño o la niña se molesta al extremo de formar un berrinche cuando se le contraria, porque esto es normal que suceda a esas edades tempranas. Pero si como es el caso, se muestra terriblemente malcriada y cuando no se le complace hace gala de su mejor arsenal de insultos, llantos, gritos e ira, si hay que preocuparse.

miércoles, 17 de enero de 2024

Satisfacción y deber

 


Por Marilys Suárez Moreno

Infantes, algunos de cinco y seis años, juegan en las calles, incluso a altas horas de la noche, violando horarios de baño, estudio, comidas y sueño y molestando también a la mayoría de los vecinos de la cuadra. Y la preocupación nos asalta a todos y todas, no solo por los peligros a que se exponen, sino por la excesiva confianza o irresponsabilidad de muchos de los progenitores de esos menores.

Para lograr una adecuada educación se necesita de un trabajo educativo continúo y consistente y, a la vez, lleno de comprensión y ternura. Y es que no se puede someter al niño o niña a una disciplina excesiva, pero tampoco se debe dar rienda suelta a sus actividades y antojos.

miércoles, 3 de enero de 2024

Eso no se hace


Por Marilys Suárez Moreno

Casi desde que el niño o niña nace, se le enseña lo que debe y no debe hacer. “Eso no se hace, nené”, “Eso no se toca”, “Las paredes no se pintan”, “No le puedes pegar al gatito”, “Los niños no dicen malas palabras”; y así un montón de preceptos educativos que le irán formando a medida que crece y que el buen ejemplo de sus mayores le inculcan.

Si, porque además de crear una pésima impresión en los demás, la mala educación puede llegar a acarrearnos serios problemas con la ley cuando se incumplen sus normativas, como sucede, por desgracia, gran parte del tiempo. De ahí la responsabilidad que todos tenemos como padres, madres, familia y educadores. En el hogar estable, la educación atañe a la pareja. Cuando no sucede así, las consecuencias suelen ser nefastas para el control de los hijos y las hijas.

miércoles, 27 de diciembre de 2023

Promesas incumplidas




Por Marilys Suarez Moreno

No cumplir una promesa, una palabra dada, sobre todo a nuestra descendencia, constituye uno de esos errores casi imperdonables que cometemos a veces padres, madres y/o tutores.

Las niñas y los niños tienen memoria de elefante, como dice el dicho y 20 años después se acordarán de “aquella vez que me dijiste…y luego…”. “Tú me engañaste, mamá..”, etc.

Pero hay razones de causa mayor que escapan a nuestro control y así hemos de explicárselo, llegado el caso, nunca prometerle y luego no cumplir. También sirve de paliativo buscar alguna otra alternativa atractiva que le enamore y les haga olvidar la primera promesa que le hicimos y no pudimos cumplir.

Una situación de este tipo bien tratada le enseñará a ser flexibles y adaptarse a las disímiles circunstancias que impone la vida. Hay que tener presente siempre que entre el adulto y el menor es el primero quien tiene más experiencia y el que impone el respeto por su actuación como padre y madre, en especial.