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miércoles, 12 de marzo de 2025

¡Ha, el ejemplo!


Dadme un niño hasta la edad de siete años y os responderé del resto de su vida.

José de la Luz y Caballero



Por Marilys Suárez Moreno

Papá, feliz de la “hombría” de su vástago, le daba a beber unos sorbos de cerveza. El niño, unos seis años, hacia muecas, pero tragaba complaciente, contento de ser objeto de la atención de los presentes que, entre risas, le celebraban la gracia.

La escena la presencié hace pocos días en casa de una vecina, pero no era la primera vez que veía ese tipo de proceder. Sucede también con los padres fumadores, que mandan al niño o a la niña a que les alcancen el cigarro, que pasan de la mano de papá a la de mamá, o con aquellos que hacen del hogar un calvario por la violencia que despliegan contra la madre o los propios hijos.

¿Qué idea podrá formarse de su conducta un menor viendo a sus progenitores actuar de ese modo? Ningún juicio racional y seguro. No olvidemos que niñas y niños aprenden observando, imitando el comportamiento de quienes lo rodean. Si los mayores no ofrecen los mejores ejemplos, resulta imposible esperar que el infante actúe en correspondencia.

miércoles, 8 de mayo de 2024

Mejores ejemplos y menos sermones



Por Marilys Suárez Moreno

Muchas madres (por lo general son ellas), se pasan el día llamando la atención a sus hijos e hijas sobre todo lo que hacen mal o no hacen, pero no toman medidas concretas para cambiar la situación y estimular en su descendencia los mejores ejemplos.

Debemos ahorrarnos los sermones que el niño o la niña de corta edad no entiende y que a quienes tienen  más edad no les interesa, además, producen pocos resultados ya que el infante se acostumbra a esa “muela” y no les causa ningún efecto.

Cuando algún infante actúa incorrectamente, lo más práctico es abordar de inmediato el problema y resolverlo a fin de evitar que ese proceder se haga habitual y tome derroteros más difíciles y problemáticos. Incluso, recordatorios pequeños como cuidar de su ropa y juguetes hasta el arreglar su cama al levantarse, resultan buenos ejemplos a la hora de encausar sus horarios de vida La explicación mediante la palabra y el ejemplo mediato es una buena manera de enseñarles desde ya pequeñas responsabilidades.