Por Marilys Suárez Moreno
Un hábito es una acción de la persona que, de forma voluntaria o involuntaria, llega a transformarse en una práctica automática o inconsciente, puede ser reflejo o no de ciertas situaciones. Los buenos hábitos comienzan desde la cuna. Por eso es preciso que madres y padres cumplan lo establecido en el horario de vida del niño o niña apenas nace.
Resulta imposible exigir cuando se trastorna la correcta distribución del tiempo dedicado a los diferentes procesos que regulan la existencia infantil, tales como alimentación, sueño, vigilia, aseo, y se refrieren tanto a las necesidades básicas o primarias mencionadas y que garantizan un bienestar individual, como a aquellos que tienen que ver con las relaciones del infante con el mundo: convivencia, orden, normas de respeto y cortesía, necesarios a lo largo de la vida para ingresar en un grupo o colectivo y acomodarnos dentro de él.