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miércoles, 10 de abril de 2024

Siempre el respeto

 


Por Marilys Suárez Moreno

En Cuba, niñas y niños tienen garantizados desde su nacimiento todos sus derechos, incluidos su protección y sano desarrollo. Mas las primeras nociones de convivencia humana las reciben en el hogar, con la familia., donde se sientan las bases de su formación integral, moral, física, estética, laboral, patriótica, ética.

Cuando se habla de amor a la verdad, del principio de la honradez, de la honestidad y la vergüenza ciudadana, cosas tan fundamentales en la vida del ser humano, deben establecerse, como siempre decimos, desde la cuna y, por ende, es muy importante que todo lo que rodee a la niña o niño esté impregnado de esos preceptos, ya sea en el hogar, la escuela o el barrio.

Cada infante es una personalidad diferente y como tal hay que verles y así tratarles. Hablar de las diferencias, pero sin emitir juicios acerca de ellas, favorece la situación y aunque ninguna mamá o papá hace diferencias entre sus hijos e hijas, si les tratamos en ocasiones de manera diferenciada. Y la respuesta es simple. “Es que ustedes son muy diferentes, lo cual es maravilloso. Por eso tengo que tratarlos de manera distinta”.

miércoles, 3 de enero de 2024

Eso no se hace


Por Marilys Suárez Moreno

Casi desde que el niño o niña nace, se le enseña lo que debe y no debe hacer. “Eso no se hace, nené”, “Eso no se toca”, “Las paredes no se pintan”, “No le puedes pegar al gatito”, “Los niños no dicen malas palabras”; y así un montón de preceptos educativos que le irán formando a medida que crece y que el buen ejemplo de sus mayores le inculcan.

Si, porque además de crear una pésima impresión en los demás, la mala educación puede llegar a acarrearnos serios problemas con la ley cuando se incumplen sus normativas, como sucede, por desgracia, gran parte del tiempo. De ahí la responsabilidad que todos tenemos como padres, madres, familia y educadores. En el hogar estable, la educación atañe a la pareja. Cuando no sucede así, las consecuencias suelen ser nefastas para el control de los hijos y las hijas.

miércoles, 8 de noviembre de 2023

Más que una palabra

 


Cuna y asiento de los mejores valores, el hogar es epicentro de los que queremos que enraícen en nuestros hijos e hijas.

Por Marilys Suárez Moreno

La mamá de Anisely está preocupada por el comportamiento de su niña de cuatro años. Según ella, se muestra extremadamente penosa y hasta huidiza en sus relaciones con amistades y otros niños y niñas de su edad.

Contrariamente, su hijo mayor, Cristian, de 10 años, es más desfachatado y fresco. “A ese no le da pena nada, asegura su madre, no sin cierta preocupación por lo que considera una falta de vergüenza de su primogénito.

Una y otra actitud pueden considerarse aristas de la vergüenza, vocablo que se define como falta de respeto, pero también timidez y apocamiento, particularmente entre algunas niñas y niños pequeños. En estos, el retraimiento es un trastorno psicológico que frena el desarrollo infantil en sus relaciones interpersonales. Vale decir que, a partir de los dos años, las y los infantes experimentan sus primeros sentimientos de vergüenza o pena, pues a pesa edad comienzan a ser conscientes de que los demás evalúan sus acciones y pueden darse cuenta de sus errores e incluso reírse de su conducta.