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miércoles, 24 de abril de 2024

Crianza respetuosa



Por Marilys Suárez Moreno

“Te callas que soy tu madre”, “Mira como me hablas...” Estas y otras frases por el estilo se escuchan con frecuencia en boca de padres, madres y hasta vecinos, descontentos con las actitudes irrespetuosas de algunos niños y niñas. Conductas incubadas desde una edad en que comienza a formarse la imagen de quienes les rodean.

Es frecuente ver a menores de todas las edades murmurando entre dientes por cualquier motivo y poner en su boca palabras como “cállate”, “déjame”, “me da la gana”, amén de pataletas y exabruptos que colocan en jaque a la familia. Remisos a acatar reglas u órdenes, manifiestan una conducta francamente desaprobatoria. En no pocas ocasiones, reflejo del medio familiar en que crecen.

Según definiciones, el respeto es un valor que permite a la persona reconocer, aceptar, apreciar y valorar las cualidades del prójimo y sus derechos. Se debe a todos, en especial a los mayores, las autoridades y los familiares, y resulta esencial para que reine la paz y la armonía entre las personas y la sociedad en general. No respetar, ignorar normativas, leyes y preceptos sería como andar a la desbandada, con total ausencia de deberes y derechos.

miércoles, 10 de abril de 2024

Siempre el respeto

 


Por Marilys Suárez Moreno

En Cuba, niñas y niños tienen garantizados desde su nacimiento todos sus derechos, incluidos su protección y sano desarrollo. Mas las primeras nociones de convivencia humana las reciben en el hogar, con la familia., donde se sientan las bases de su formación integral, moral, física, estética, laboral, patriótica, ética.

Cuando se habla de amor a la verdad, del principio de la honradez, de la honestidad y la vergüenza ciudadana, cosas tan fundamentales en la vida del ser humano, deben establecerse, como siempre decimos, desde la cuna y, por ende, es muy importante que todo lo que rodee a la niña o niño esté impregnado de esos preceptos, ya sea en el hogar, la escuela o el barrio.

Cada infante es una personalidad diferente y como tal hay que verles y así tratarles. Hablar de las diferencias, pero sin emitir juicios acerca de ellas, favorece la situación y aunque ninguna mamá o papá hace diferencias entre sus hijos e hijas, si les tratamos en ocasiones de manera diferenciada. Y la respuesta es simple. “Es que ustedes son muy diferentes, lo cual es maravilloso. Por eso tengo que tratarlos de manera distinta”.

miércoles, 27 de diciembre de 2023

Promesas incumplidas




Por Marilys Suarez Moreno

No cumplir una promesa, una palabra dada, sobre todo a nuestra descendencia, constituye uno de esos errores casi imperdonables que cometemos a veces padres, madres y/o tutores.

Las niñas y los niños tienen memoria de elefante, como dice el dicho y 20 años después se acordarán de “aquella vez que me dijiste…y luego…”. “Tú me engañaste, mamá..”, etc.

Pero hay razones de causa mayor que escapan a nuestro control y así hemos de explicárselo, llegado el caso, nunca prometerle y luego no cumplir. También sirve de paliativo buscar alguna otra alternativa atractiva que le enamore y les haga olvidar la primera promesa que le hicimos y no pudimos cumplir.

Una situación de este tipo bien tratada le enseñará a ser flexibles y adaptarse a las disímiles circunstancias que impone la vida. Hay que tener presente siempre que entre el adulto y el menor es el primero quien tiene más experiencia y el que impone el respeto por su actuación como padre y madre, en especial.