Por Marilys Suárez Moreno
Educar requiere paciencia y poder mostrar las alternativas de comportamientos más efectivos, lo que se logra con la propia actuación de padres, madres y familia en general, la adecuada comunicación con la niña y el niño, y la exigencia justa.
Educación no es solamente saber saludar, comer, o estar tranquilo delante de la visita. Educación es también enseñarle al infante todas las reglas de higiene y organización indispensables en la vida y hacer que crezcan como buenas personas.
Criar y educar a los hijos e hijas desde los primeros balbuceos y los primeros pasos hasta los preceptos morales que lo convertirán en una persona íntegra y decente, es una gran responsabilidad que se asume desde un mando y una autoridad justa.
Pero esa potestad no significa que se castigue todo el tiempo y que constantemente se recuerde ante la familia que se tiene esa atribución. La autoridad de quienes crian, no es más que el reflejo de la conducta afectuosa que en la vida lleven estos y que hace que la jurisdicción de una y otro sirva no solo de guía, sino para desarrollar cualidades de civismo en las infancias.
El infante aprende por imitación y revierte los ejemplos recibidos. De ahí la importancia de actuar con seguridad, reflexivamente, a fin de no tener que contradecirnos y vernos forzados a “volvernos atrás”.
La firmeza y la dulzura consiguen más del pequeño o pequeña, que el recelo, el insulto y la humillación. Con esos lastres crecerá perdido, desvalorizado como ser humano, sin saber decidir entre lo malo y lo correcto.
No se puede esperar acatamiento y actitudes respetuosas, si se le ha acostumbrado a la rudeza y el gesto hostil. Claro que la niña como el niño, necesita disciplina, límites y una guía, solo que estas deban aplicarse sin violencia y sin rigidez mental, primando el razonamiento y la comprensión.
La educación en la niñez tiene un valor preventivo, pues permite detectar posibles desviaciones del desarrollo e influencias negativas en la vida familiar, facilitando su atención social. Niña y niño deben descubrir en el ejemplo cotidiano y la razón lógica, que las necesidades y deseos personales, solo pueden cumplirse si se conjugan con las de los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario