Texto y Foto: Orlando Fombellida Claro
A sus 84 años, la cubana Bella Nieve Ledea Brizuela, vecina de la ciudad de Bayamo, en el oriente de la mayor de las Antillas, es una incansable maestra de la vida.
Vino al mundo el 14 de agosto de 1940, en el poblado de Jiguaní, cabecera del actual municipio homónimo, a 26,6 kilómetros de la capital de la provincia Granma, en la carretera vía a Santiago de Cuba.
"Nací en una humilde casa de paredes de yagua y techo de guano de Palma Real, con piso de tierra", afirmó sin sonrojo en declaraciones exclusivas.
A muy temprana edad, dijo, brotó en ella la pasión por la lectura de cuanto papel escrito caía en sus manos y, para poder comprar libros usados, cuidaba entonces al hijo de una vecina, con lo cual ganaba dos pesos al mes.