Por Alessandra Valera Padilla, estudiante de 4to año de periodismo, Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana
Una lucha de género -como lo es el afrofeminismo- si se piensa como un movimiento nacional, debe verse manifiesta, en todos los territorios, y analizarse, a su vez, a partir de la mirada de las personas que viven en lugares más lejanos a la capital, en zonas rurales y en pequeños pueblos, para entonces poder afirmar un criterio más real y consolidado sobre la existencia y/o puesta en práctica de un movimiento de este tipo.
Cuando se habla de un movimiento afrofeminista en Cuba, los datos, testimonios y criterios, que lo afirmen deben partir de una generalización en gran parte de la Isla, lo que no solo debe incluir a la capital, y a las grandes urbes, sino también a esos territorios más aislados donde menos se protagoniza mediáticamente esta cuestión.
Para dilucidar el comportamiento y conocimiento real del afrofeminismo en toda Cuba, se dialogó con varias investigadoras de distintas provincias del oriente cubano, con el fin de entender, de una manera más teórica, desde sus puntos de vistas, como se expresa la práctica afrofeminista en esa región.