Por Aime Sosa Pompa
A Katiuska Govin Zambrana deben conocerla en todas las librerías y sitios de La Habana y aún más allá, donde exista un ejemplar con un gran tema y universo de pensamientos e ideas, que se puede decir con la sencillez de pocas palabras llenas de ofrendas: lo afro. Sin embargo, debe haber recibido muy pocas respuestas positivas a sus búsquedas y largas pesquisas. Hoy en día su interés y orgullo es soberanamente real, pues abrió sus puertas, físicas y digitales, la primera librería afrocentrada de Cuba.
En todo el mundo se están creando espacios similares, que responden a un reclamo del saber y de la custodia de las memorias que muchas veces se invisibilizan o se silencian, a pesar del influjo que tiene la cultura impresa que aborda este tema.
Centrarse en lo afro, y específicamente en la literatura afro centrada, como explica Katiuska, “es promocionar, divulgar y difundir la palabra negra, o se pudiera decir también la escrita por personas negras o no, porque hay personas no negras que han escrito acerca de la negritud que también son significativas y es importante leerlas”. La primera entrevista de este espacio fue en exclusiva para la Revista Mujeres.