Fotos: Yoan Pérez González y cortesía de la entrevistada
Por Ana Esther Zulueta
Aleida Rodríguez Kato, artista Sensei nacida en Isla de la Juventud y descendiente de japoneses, considera que el mizuhiki —técnica tradicional japonesa de nudos decorativos— es mucho más que una expresión estética, representa vínculos, buenos deseos y tradiciones centenarias.
Esa práctica se originó en el año 607 después de Cristo, cuando un emisario japonés regresó de China con regalos decorados con cordones de cáñamo blanco y rojo, y el mizuhiki pasó de ser un símbolo de élite a una tradición popular, relata.
Apunta que aún se utiliza en territorio nipón para adornar sobres con dinero en ocasiones especiales, cada nudo transmite un mensaje único. Además, se ha adaptado a la creación de joyería de papel —como aretes, collares y adornos para el cabello— que se exhibe en eventos culturales y de moda, lo que mantiene vivo su uso incluso en sitios tan distantes como Cuba.