Fotos: Natasha Salomé Tachín Sarría
Por Gabriela Orihuela
Desde el 9 de diciembre de 2021, Cuba cuenta con la “Estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género y en el escenario familiar” —aprobada mediante el acuerdo 9231 del Consejo de ministros—; el documento nos sitúa en un escenario de avance legal y, sobre todo, en un mejor camino hacia una cultura jurídica y de derechos con enfoque de género.
Las acciones definidas en el cuerpo legal abarcan desde lo nacional hasta lo local-comunitario y parten de un enfoque multisectorial, interseccional e interinstitucional, que aborda no solo la atención de la violencia una vez ocurrida, sino también su prevención.
La estrategia, que responde al Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, tuvo la srgunda evaluación de su implementación en este último año.
El encuentro estuvo liderado por Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) e Inés María Chapman, vice primera ministra de la República de Cuba.
Amarelle Boué declaró que la violencia de género es un problema social, de salud y de derechos humanos. Asimismo, reconoció que «somos conscientes de que lo que hemos hecho no es suficiente».
La FMC presta especial atención en el trabajo comunitario y en la Educación Integral de la Sexualidad como componente imprescindible para la emancipación de las personas y un mecanismo válido para conocer y exigir derechos y, además, prevenir las violencias machistas.
Clotilde Proveyer, socióloga de formación e investigadora de temas de género, dirigió el taller, que tuvo por objetivo debatir sobre el conocimiento que poseen las y los representantes de distintas instituciones sobre la “Estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género y en el escenario familiar” y su puesta en práctica. El debate se realizó por equipos de trabajo, en congruencia con las líneas directrices del propio documento legal: comunicación social, trabajo comunitario, atención, investigación y actualización de la estadística y ejes de protección legislativo.
El grupo integrado por representantes de la comunicación en sus disímiles manifestaciones y representado por la periodista Dixie Edith Trinquete Díaz, planteó la importancia de la capacitación de periodistas, comunicadores y comunicadoras, así como de artistas.
No hay dudas de que es relevante visibilizar la violencia de género, pero se debe hacer desde el respeto, la justicia, la empatía y evitando revictimizar a las personas sobrevivientes; este último señalamiento también fue expuesto por la penalista Arlín Pérez Duharte, quien se refirió a la revictimización en las instituciones garantes de la legalidad.
Otro elemento señalado fue la necesidad de lograr mayor articulación entre instituciones y organismos que rigen la prevención y la atención de la violencia de género, lo cual está en sintonía con lo señalado por Clotilde Proveyer: «hay falta de integridad, coordinación e intersectorialidad».
Trinquete Díaz presentó la importancia de trabajar la violencia de género con las poblaciones masculinas: niños, adolescentes y hombres, buscando promover masculinidades positivas.
Clotilde Proveyer destacó que algunas de nuestras mayores fortalezas son el acompañamiento dado por varias agencias de cooperación internacional; el trabajo desempeñado por la FMC a nivel comunitario; el Observatorio sobre Igualdad de Género.
Arlín Pérez Duharte apuntó que otra de las ventajas actuales es que contamos con una identificación expresa de la norma sobre violencia de género. «Los operadores y las operadoras del Derecho no necesitan realizar una interpretación del cuerpo legal; lo dice de manera expresa», puntualizó.
Partiendo de la idea de que conocimiento no es igual a dominio, la penalista Pérez Duharte ratificó que se debe trabajar más para que todas las personas conozcan más sobre la “Estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género y en el escenario familiar” y, de esta forma, elevar la cultura y conciencia jurídica. «Cuba posee un marco jurídico adecuado y acorde con nuestros tiempos, toca ahora hacerlo llegar», expuso.
De igual manera, en este apartado de legalidad se expresó que existe una falta de respuesta integral a la violencia de género desde las distintas instituciones y no se emplean los protocolos como herramientas de trabajo cotidianas. «Abunda todavía incomprensión del tema y por eso apostamos, también, por la especialización. En el caso de la violencia de género, la mirada debe ser distinta», manifestó la penalista.
La socióloga Iyamira Hernández Pita hizo alusión a la producción científica que, en ocasiones, queda engavetada y no es aprovechada por los organismos e instituciones pertinentes.
Inés María Chapman cerró el debate con la idea de que el taller debe extenderse a otras provincias del país y que, también, debemos reforzar el sistema de atención, registro y monitoreo de los hechos de violencia de género. Asimismo, manifestó la imperiosa necesidad de producir cambios en la comunicación para que la “Estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género y en el escenario familiar” sea conocida y dominada por la población cubana, en especial con las personas víctimas de la violencia de género.
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