lunes, 12 de mayo de 2025

Cuidar: una vocación humana


Texto y foto: Laura de la C. González Trujillo

Amor, compromiso y sostener con ternura a quienes más lo necesitan, son ideas que con frecuencia reitera Irma Ojeda Álvarez durante el diálogo encaminado a conocer sobre el trabajo de cuidados, experiencia profundamente humana que aseguró marcarla para siempre.

Impulsada por la necesidad de una segunda fuente de ingresos, en marzo del año 2020 inició la labor de atender a personas ancianas, pero fue el vínculo con la tercera edad lo que le reveló el valor y la dignidad que encierra acompañar a alguien en su vejez.

Abierto en Matanzas el primer curso especializado en formar a personas interesadas en aprender sobre esta responsabilidad, decidió matricular y fue en las clases donde comprendió que cuidar no es solo asistir sino también aprender a escuchar, a respetar ritmos, a compartir silencios y sostener desde el amor.

Para Irma cuidar constituye mucho más que una rutina diaria, implica presencia, sensibilidad, empatía en cada gesto y el compromiso de asegurar en todo momento la calidad de vida de esa persona necesitada de atenciones, que afirmó "se convierte en una familia más".


Nora Liss Gómez Domínguez, jefa del departamento Adulto Mayor, Asistencia Social, Discapacidad y Salud Mental de la Dirección General de Salud en Matanzas, destacó la relevancia de la implementación del Decreto 109/2024 como garantía de respaldo institucional a esta tarea muchas veces invisibilizada, pero crucial para el bienestar comunitario.

Destacó, además de la ley que se dirige al Sistema Nacional para el Cuidado Integral de la Vida, que reconoce tanto a  cuidadores formales como informales (familiares), quienes deben capacitarse en temas médicos, emocionales y legales para acompañar a personas dependientes o con discapacidades diversas.

En el territorio yumurino existen escuelas de cuidadores en cada municipio, además de las casas  y hogares para ancianas y ancianos donde también se ofrece preparación práctica desde la Medicina General Integral, la geriatría y la salud mental con enfoque humanista.

Formaciones que, a decir de la doctora, abordan desde la movilización del paciente hasta el manejo del estrés de quienes cuidan, porque "quien cuida también necesita cuidados, protección legal y respaldo social frente a situaciones de vulnerabilidad o desamparo".

Irma lo sabe bien, cuidar es un acto de amor, pero también un trabajo que requiere conocimiento, entrega y mucha paciencia: “no se trata solo de ayudar con lo físico sino de dar vida con una palabra, con un gesto o con el simple hecho de estar”.

Cuidar en Cuba hoy resulta una tarea reconocida por la ley pero también una vocación que dignifica y construye comunidad, un trabajo sensible que merece acompañamiento constante, porque en cada acto de cuidado se protege el alma de la nación.

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