Por Marilys Suárez Moreno
En menos de cinco décadas, Cuba ha visto envejecer a su población activa y, lejos de crecer, disminuye y envejece, ubicándose desde ya para 2030 como el país más avejentado de la región, puesto que más de dos millones de personas son hoy adultos mayores de 60 años y pronto habrá más viejos y vulnerables que niños, según se estima.