Por Zaida Fabars Abreu
Mi primer contacto con Mónica Rodríguez Dobarganes fue a través de un mensaje de texto, en ese momento necesitaba de su sapiencia para un programa de radio donde había una sección vinculada a la transformación digital, específicamente relacionado con la pasarela de pago Enzona y todas las bondades que ofrecía.
Llegó
el día del programa de radio y ella puntual asistió a la cita, pero antes me
dio una clase magistral sobre la aplicación que yo apenas conocía. Ya en cabina
compartió con los oyentes toda la información vinculada con la plataforma. Días
más tarde me enteré que era Ingeniera Informática, que esa era una de sus
pasiones; un sueño que con perseverancia logró hacer realidad.
La
convoqué a una entrevista para conocer de cerca a la Mónica ingeniera y cuánto
significa para ella ejercer una profesión habitualmente desempeñada por
hombres.
¿Por qué elegiste la profesión
de Ingeniería Informática?
“Yo elegí la carrera de
Informática para darle continuidad a lo que había optado en noveno grado
(técnico medio superior de la carrera de Informática), donde nos inculcaron que
a través de esa disciplina uno podía
hacer cambios positivos en el mundo que nos rodea. Fue una motivación y
lo sigue siendo ya que me obliga
constantemente a innovar y a crear,
brindar soluciones de software de calidad que permitan enriquecer
nuestro entorno en aras de facilitarnos la vida tanto en el ámbito laboral,
como en el familiar”.
Actualmente
Mónica labora en La Empresa de
Tecnologías de la Información para la Defensa, conocida como XETID en Santiago de Cuba, una empresa fundada en el año 2013, dedicada
al sector del software, la automática y las comunicaciones. Allí trabaja específicamente
en el centro de Transformación Digital para la Industria Analista. Apenas tiene
tiempo vive constantemente ocupada en
una tarea que requiere de responsabilidad y entrega y agradece poder
desarrollarse en un centro de trabajo en el que mujeres como ella tiene total
protagonismo.
Hace
apenas unos días vi en sus estados de whatsapp que uno de sus hijos recibió la
pañoleta roja, ella no pudo estar en el acto pero su esposo y su otro hijo sí,
y eso habla sin dudas del apoyo familiar con el que cuenta Mónica para poder
desempeñar su trabajo sin preocupaciones. Sobre cómo lleva su labor como
ingeniera y la responsabilidad como madre respondió: “me planifico bien, porque en ambas tareas tengo deberes que cumplir de
suma importancia”.
Para
Mónica no hubo barreras que imposibilitaran el estudio de la carrera de
Informática: “nunca me topé con ninguna
barrera para desarrollarme en lo que quería estudiar, a pesar de haber
salido embarazada en el primer año de la carrera. Eso no supuso una
limitante, fue una motivación para brindarle un futuro mejor a mi hijo. En la
Universidad los profes lo llamaban “futuro” porque en ocasiones tuve que
asistir a clases con él, y él decía que su mamá estudiaba para su futuro.
Existe
una brecha de género significativa en el campo de la ingeniería. Las
mujeres a menudo se enfrentan a estereotipos naturalizados que sugieren que la
ingeniería es un campo más adecuado para los hombres. Los prejuicios de género
incluso han subestimado las habilidades y capacidades de las mujeres
ingenieras. En algunos entornos, prevalece una cultura laboral dominada por
hombres, lo que crea barreras para la inclusión y la participación plena de las
mujeres. La falta de apoyo y la discriminación en el lugar de trabajo pueden
afectar negativamente.
“Yo opino que la escasa
presencia de las mujeres en carreras de ingeniería es resultado de estereotipos
arraigados en la sociedad, y la falta de
apoyo tanto familiar como profesional. La solución para acabar con esa brecha
es crear relaciones de confianza y empoderamiento para romper con esa realidad y ampliar la
capacidad de elección. Es esencial poner en marcha programas en los centros
educacionales que potencien el estudio de la ingeniería basado en su importancia
y en su abarcador mundo de oportunidades
con esto se lograría promover el interés del alumnado de
preuniversitario y politécnico. Así contribuiríamos a que las mujeres estén
plenamente integradas en el ámbito científico y tecnológico mejorando su presencia
en el ámbito laboral”, aseguró Mónica.
Cada
23 de junio se celebra el Internacional de la Mujer en la Ingeniería, una fecha
para rendir homenaje y celebrar los logros de las mujeres en esta disciplina,
en especial a las mujeres cubanas. Este día también
es un poderoso recordatorio de la creciente influencia y la importancia vital
de las mujeres en el campo de la ingeniería, y como sentenció Mónica: “está demostrado que el empoderamiento de las
mujeres estimula la productividad y el crecimiento económico”.
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