Por Aurika Rubio
La albahaca se asocia siempre al uso culinario por su aroma y sabor. Es originaria de la India y llegó a América por mar, en el siglo XVII, desde Europa. En casa se puede cultivar en macetas y utilizar sus hojas frescas en la cocción de los alimentos. Se ha demostrado su eficacia como repelente de insectos y sus propiedades curativas.
Esta planta medicinal cuenta con propiedades antiespasmódicas, digestivas, diuréticas, ansiolíticas, antiinflamatorias, antimicrobianas, anestésicas, carminativas, antisépticas y antioxidantes, que ayudan a tratar, mejorar y prevenir diferentes condiciones de salud.