Por Aurika Rubio
El coco es una fruta comestible obtenida del cocotero, la palmera más cultivada a nivel mundial. Tiene dos conchas: una fibrosa, exterior y verde, y otra de dura, vellosa y marrón que tiene adherida la pulpa, que es blanca y aromática.
Contiene fibra, lípidos, hierro, magnesio y selenio. La composición del coco varía a medida que madura. La grasa constituye su principal componente —tras el agua— y es rica en ácidos grasos saturados (86% del total de la grasa). Un vaso de agua de coco contiene tanto o más potasio que un plátano (385 mg por cada 100 gramos).
Refuerza el sistema inmunitario, debido a su aporte de minerales como potasio, cobre, hierro, magnesio, ácido fólico y vitaminas. Regula los triglicéridos y el colesterol, favoreciendo la salud cardiovascular. Es digestivo y desintoxicante, por lo que estimula el buen funcionamiento de los riñones.