lunes, 13 de octubre de 2025

Greili Alonso, médica del alma por vocación


Fotos: Armando Yero La O

Por Orlando Fombellida Claro

Al amparo del acogedor y sombreado patio del museo Casa Natal de Carlos Manuel de Céspedes, en la histórica ciudad de Bayamo, la cubana Greili Alonso Riverón recibió emocionada un reconocimiento a su labor durante poco más de 22 años.

Egresada en 2003 del segundo curso de la escuela formadora de trabajadores sociales Frank País García, desde que se graduó ejerce en el poblado de San Ramón, perteneciente al costero municipio de Campechuela, en la provincia de Granma.

La entrevistada aseguró que su formación profesional se ha enriquecido a partir del contacto directo con vecinos del lugar, donde tiene la misión de trabajar por la igualdad de oportunidades, el desarrollo espiritual, la integración social y responsabilidad de todos los residentes.

Su quehacer, dijo, atesora experiencias de atención a personas en situación de vulnerabilidad, con discapacidades, sin vínculo laboral, o proclives a realizar actos delictivos, así como a niños en edad escolar que no asistían a los centros educacionales.

Tramitó con éxito, además, casos de ciudadanos necesitados de prestaciones económicas, medios para el hogar y alimentación para labrar una gestión integral que favoreció el logro de importantes transformaciones, incluida la reincorporación de niños y jóvenes a los estudios y el trabajo, respectivamente.


Comparte esos ejemplos con satisfacción, y al preguntarle si alguna de las historias la marcó de manera especial, Greili responde que todas dejaron huellas.

No obstante, una en particular la califica de difícil, por tratarse de una madre que no mandaba a sus tres hijos menores de edad a la escuela, con el argumento de su precaria situación de vivienda.

Las primeras veces que hablé con ella recibí ofensas, pero luego cambió de actitud, envió a los niños a clases -dos varones y una hembra- y en estos momentos el mayor está en el Servicio Militar Activo.

Hace 10 años, tras superar de forma exitosa un curso por encuentro para trabajadores, la entrevistada obtuvo también el título de Licenciada en Psicología, y desde entonces recibió ofertas de puestos en instituciones de Salud Pública y Educación, más siempre declinó aceptarlos.

Me hice trabajadora social, porque disfruto el trato con la población, ayudar a las personas más necesitadas y dar mi aporte a la sociedad, y es así como soy reconocida por todos en la comunidad.

A propósito de los festejos en saludo al aniversario 25 y por resultar la mejor entre sus compañeros de labor a nivel provincial, Greili recibió de obsequio un cuadro con la foto de Fidel Castro, y recordó que fue precisamente el líder histórico de la Revolución, quien impulsó en Cuba la creación del Programa de Trabajadores Sociales, a cuyos integrantes denominó “médicos del alma”.

Como ella, unos mil 295 profesionales del ramo atienden las 960 circunscripciones existentes a lo largo y ancho del territorio granmense.

Su desempeño resulta meritorio, y en cada lugar cumplen el deber sagrado de demostrar todo lo que puede hacer una sociedad solidaria y humana, así como el llamamiento de Fidel a no dar a ninguna persona por perdida, resaltó Yusel López Pérez, subdirector general de Trabajo y Seguridad Social en esos dominios orientales.

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