Por Lianne Garbey Bicet
Enclavada en el corazón de las montañas de Guantánamo, la Ranchería "Caridad de los Indios" es un lugar donde el tiempo parece haberse detenido. Esta comunidad autóctona, que se extiende a lo largo de un paisaje montañoso exuberante, es un refugio de tradiciones y costumbres que han perdurado a lo largo de generaciones.
Su ubicación remota, en el macizo Nipe-Sagua-Baracoa, requiere de un arduo esfuerzo para acceder a ella, lo que ha contribuido a preservar su singularidad cultural como uno de los últimos refugios de la cultura indígena en Cuba. Precisamente, en este contexto transcurre el día a día de Francisco Ramírez Rojas, principal protagonista del libro Panchito, cacique de la montaña escrito por José Barreiro. A través de su narrativa, Barreiro nos presenta un testimonio invaluable de la vida del último cacique indocubano.
El texto, publicado originalmente en 2016, recientemente formó parte del espacio académico del XVIII Festival Internacional de Cine de Gibara, donde su hija Idalis Ramírez fue la encargada de contar sus vivencias. "Este libro es una historia viva, porque él está vivo", afirmó Idalis mientras explicaba que su padre la seleccionó como líder para presentar este texto en Cuba y el mundo.
En esta oportunidad, la hija del cacique y vocera de la Ranchería tuvo la oportunidad de interactuar con representantes de otras comunidades como la suya, donde la presencia de los pueblos originarios es palpable a cada paso.
"Para mí es un orgullo seguir conociendo a nuestros hermanos de otros pueblos, como mi padre me lo pidió" explicó. Para ellos resulta de gran importancia mantener vivo este legado, como una cadena que nunca se pueda romper, "porque mi padre sueña con unirnos a todos, un poquito hoy, otro mañana". De ahí su felicidad por haber podido conocer indígenas de otros pueblos. "Creo que, con este tipo de eventos, ya estamos logrando nuestro objetivo de mostrar que estamos vivos, que estamos en el mundo y aquí en Cuba" afirmó.
El libro de Barreiro no solo documenta la vida de Panchito y su comunidad, sino que también plantea preguntas sobre la identidad y la memoria colectiva de esta población. Según nos explicara el historiador Alejandro Hartman, Panchito, cacique de montaña constituye un elemento de gran valor científico para demostrar fehacientemente la existencia de los pueblos indocubanos ante el mito de su extinción. Pues, al decir del investigador guantanamero, este texto es el resultado de una larga investigación.
"Durante 30 años estuvimos con el doctor Barreiro visitando 22 comunidades; se publicó el libro Panchito, que antecede a este, y después se unieron los fotográfos Julio Larramendi y Héctor Garrido y se sumó la doctora Beatriz Marcheco, que es la directora del Instituto Genética Médica de Cuba, quien hizo todos los estudios de ADN.
Marcheco y Enrique Gómez hicieron toda una valoración genético-sociológica de esta familia, que abunda en el oriente cubano. Realmente, es irrefutable e inobjetable que tenemos presencia indocubana en este país, la cual es parte de la cubanidad como lo es la europea, la africana, los chinos y los árabes que conforman la nación cubana actual", detalló Hartman.
Panchito, cacique de la montaña es más que una simple narración; es un llamado a la reflexión sobre la importancia de preservar las tradiciones y la historia de los pueblos indígenas. En sus páginas trascienden varias anécdotas que ilustran el profundo vínculo de este hombre con la naturaleza, su capacidad para sanar utilizando remedios tradicionales y sus métodos de liderazgo. Este conocimiento, transmitido de generación en generación, es un pilar fundamental de la identidad cultural de su comunidad.
De esta manera, el libro de José Barreiro nos convida a considerar la relevancia de las narrativas indígenas en la construcción de una sociedad más inclusiva y respetuosa de la diversidad cultural. Panchito, cacique de la montaña es, sin duda, una obra que merece ser leída y apreciada por su profundidad y su compromiso con la verdad histórica.
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