Salud, mujeres y diabetes

 

Por Gabriela Orihuela 

El Anuario Estadístico de Salud de 2022, dado a conocer este año, informó que la diabetes «es la única enfermedad por la cual mueren más mujeres que hombres. En 2022, la tasa de mortalidad para ellos fue de 19,3 por cada 100.000 habitantes, mientras que para las mujeres ascendió a 25,9». El Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y el Caribe (SEMlac) indicó que es «la octava causa de muerte en Cuba, con una sobremortalidad femenina».

Si te preguntas qué es la diabetes, la Organización Mundial de la Salud la definió como una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce.

La insulina es una hormona que regula el azúcar en la sangre. El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre), que con el tiempo daña gravemente muchos órganos y sistemas, especialmente los nervios y los vasos sanguíneos».

En abril de 2021, la OMS puso en marcha el Pacto Mundial contra la Diabetes, una iniciativa mundial destinada a lograr mejoras sostenidas en la prevención y atención de la diabetes, especialmente en los países de ingresos medianos y bajos. Posteriormente, en mayo de 2021, la Asamblea Mundial de la Salud aprobó una resolución relativa al fortalecimiento de la prevención y el control de la diabetes y, exactamente un año después, aprobó cinco metas mundiales relativas al tratamiento de la diabetes y la cobertura de la atención a los afectados, las cuales se deben alcanzar de aquí a 2030.

Hace pocos días, exactamente el 14 de noviembre, fue el Día Mundial de la Diabetes. La fecha fue celebrada desde 1991 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de la Diabetes, y resultó una respuesta al aumento «de la preocupación por la creciente amenaza para la salud que representa esta enfermedad», expuso SEMLAC.

La complicación más común de la diabetes son las enfermedades del corazón. El incremento es cuatro veces mayor para las mujeres, quienes tienen peores consecuencias después de un ataque cardiaco. Además, ellas poseen mayor riesgo de tener otras consecuencias relacionadas con la diabetes, como ceguera, daño a los riñones y depresión.

Esta enfermedad también causa que, en algunas mujeres, la vejiga no se vacíe completamente, lo cual hace que se multipliquen las bacterias. Una forma de prevenir las infecciones por hongos y en las vías urinarias es mantener estables los niveles de azúcar en la sangre. También tomar abundante agua, usar ropa interior de algodón y orinar frecuentemente.

El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades declaró que la diabetes «no es solo diferente para las mujeres; es diferente entre las mujeres. Las mujeres afroamericanas, hispanas o latinas, nativas americanas de los EE. UU. o nativas de Alaska y de origen asiático o de las islas del Pacífico tienen más probabilidades de presentar diabetes que las mujeres blancas».

La enfermedad puede afectar además el ciclo menstrual. «Los cambios hormonales, justo antes y durante el período menstrual, pueden hacer que sea difícil predecir los niveles de azúcar en la sangre>>.

Del mismo modo, debe saber que después de la menopausia el cuerpo produce menos estrógeno, lo que puede causar altibajos impredecibles en el nivel de azúcar en la sangre. Una de sus consecuencias puede ser el aumento de peso y esto incrementa la necesidad de usar insulina u otros medicamentos para la diabetes. Los sofocos y los sudores nocturnos pueden perturbar el sueño, lo que dificulta el manejo del nivel de azúcar en la sangre. En este tiempo también pueden ocurrir problemas sexuales, como la sequedad vaginal o el daño en los nervios.

La Organización Panamericana de la Salud afirmó que «la diabetes se puede prevenir mediante la adopción de estilos de vida saludables y manteniendo un peso corporal normal, y en personas con la dolencia, se puede controlar de manera eficaz con medicación y estilos de vida saludables».