Fotos:Tomadas de la cuenta de twitter de la Universidad de las Ciencias Informáticas
@universidad_uci
Por Marilys Zayas Shuman y Aime Sosa Pompa
Los desafíos del Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres (PAM) en las entidades del Ministerio de Educación Superior (MES) fue uno de los temas del encuentro del grupo temporal de trabajo, que en esta ocasión contó con la participación de representantes de todo el país, por videoconferencia.
El encuentro, presidido por la viceprimera ministra Inés María Chapman Waugh, la secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) Teresa Amarelle Boué y el ministro del MES Walter Baluja García, fue un espacio para evaluar los principales retos en la universidades cubanas relacionados con el empoderamiento de las mujeres y la violencia por motivos de género.
Durante la rendición de cuentas, Baluja García reconoció el compromiso permanente de los estudiantes y trabajadores con el PAM y su incidencia en cada uno de los espacios, lo mismo hacia la comunidad interna que en los territorios donde desarrollan su labor.
Ante las problemáticas existentes que demostró el informe, se propuso profundizar y diversificar la comunicación de estos asuntos, así como materializar acciones múltiples y transversales que abarquen lo formativo, la investigación, el actuar administrativo y la labor sindical.
En sentido general, las prioridades indican que se puede escalar a una visión estratégica para diagnosticar las desigualdades y problemáticas de género, potenciar el funcionamiento de las cátedras creadas, elaborar protocolos para la prevención y atención, además de desarrollar un sistema de monitoreo y evaluación, todo ello aprovechando el potencial humano que existe y está en formación.
Como se expuso en el encuentro, ante los vacíos de conocimientos son necesarias prácticas de sensibilización y capacitación, muchas de las cuales ya se están realizando y pueden amplificarse.
Al respecto, Teresa Amarelle Boué ratificó que sin las universidades es imposible poder avanzar en todo el Programa: “les sugerimos a las cátedras de género incrementar el trabajo con las estudiantes y los estudiantes. Toda esa labor que hacemos en las comunidades, de conjunto, es imprescindible para esa educación que necesitan las familias cubanas”.
Además, la dirigente puntualizó aspectos para attender y vinculados con las políticas públicas, que se interrelacionan y han sido aprobadas como resultado del PAM.
“Primero, las muchachas que pueden acogerse a la licencia de maternidad, algo que antes no existía y hay que acompañar, porque a veces cuando uno va a la parte de los recursos humanos no se domina la protección que tienen las estudiantes.
“También los beneficios que da el Ministerio de Educación para las matrículas en los círculos infantiles. En fin, hay un grupo de acciones nuevas que tenemos que implementar hasta en las últimas facultades”.
Mencionó, como otro de los reclamos de las profesoras universitarias, la incorporación de estos temas a los currículos, no ya como algo opcional, y consideró que si ya se tiene una hoja de ruta, quizás se puedan incorporar para poder hacer un trabajo profundo y más generalizado.
Alertó sobre la importancia de conocer e implementar en las universidades cubanas, incluso para la protección de las estudiantes, el protocolo de acoso laboral recientemente aprobado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, para evitar que sucedan hechos que tengamos que lamentar.
Amarelle Boué agradeció el desempeño de las casas de altos estudios de La Habana y Cienfuegos, las cuales “son las mayores colaboradoras en los debates comunitarios, nos han ayudado, han cooperado en la implementación de distintas políticas”.
Asimismo, distinguió como un logro de la revolución, en todo este quehacer, que las universidades cubanas están feminizadas, integradas por mayoría de mujeres profesoras, dirigentes, trabajadoras de servicios y estudiantes.
Por su parte, la viceprimera ministra Chapman Waugh invitaba, con vistas a 2024, a evaluar cómo se había avanzado en las líneas estratégicas y atender este tema de las políticas públicas, mediante la adaptación de experiencias, la defensa de objetivos y acciones que puedan medirse de forma efectiva; con el reto de concebir que los temas de género sean transversales en todo.
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