Tomada de Cubasí
Por Lianne Garbey BicetEn el corazón del Caribe, donde el azul del cielo se funde con el mar en un abrazo eterno, se erige una dama de enigmática belleza y espíritu inquebrantable: La Habana. Hoy, al celebrar su 504º aniversario, esta villa, bautizada como San Cristóbal de La Habana, sigue desplegando su encanto, un hechizo que atrapa a quien se adentra en sus calles, llenas de historias, música y colores vibrantes.
La Habana, con su aire melancólico y alegre a la vez, es como una dama que ha vivido innumerables existencias, cada una tejiendo una parte de su rica y compleja personalidad. Sus edificios, algunos resplandecientes en su restauración y otros llevando con dignidad las marcas del tiempo, son el espejo de su alma: resiliente, orgullosa y siempre hermosa.
Esta ciudad no solo ha sido testigo, sino también protagonista, de importantes capítulos de la historia cubana y mundial. Pero, más allá de su arquitectura colonial, sus plazas que susurran secretos de antaño y su malecón que mira desafiante al horizonte, La Habana es su gente. Es aquí donde su magia se intensifica, gracias a las innumerables mujeres que han forjado su cultura y esencia.