Por Marilys Suárez Moreno
Muchas fueron las bondades que adornaron a Celia Esther de los Desamparados Sánchez Manduley. Media Luna, tierra bañada por las aguas del Golfo de Guacanayabo la vio nacer el 9 de mayo de 1920. Recordarla en el advenimiento del 105 Aniversario de su nacimiento es sentir la huella que ha dejado entre nosotros su breve nombre.
Como dijo el desaparecido investigador y biógrafo suyo Pedro Álvarez Tabio, Celia está tan imbricada en la historia de la Revolución y de Fidel, que resulta imposible separar una de otra.
Combatiente de la clandestinidad y de la Sierra, fue también la persona que con más celo resguardó cada instante de la historia insurreccional cubana. Gracias a ella y a su afán por salvar el más ínfimo papelito o anotación, se creó la Oficina de Asuntos Históricos, en cuyas bóvedas se guardan miles de documentos originales de la lucha revolucionaria.