Por Marilys Suárez Moreno
La existencia de Amalia Simoni Argilagos se concibe unida a la de su amado esposo Ignacio Agramonte y Loynaz, muchas y muchos en Cuba la recuerdan precisamente, por ser protagonista de uno de los romances más hermosos de nuestra historia.
Pero la joven camagüeyana fue también una mujer amante de la libertad, una patriota digna del Mayor Ignacio Agramonte, a cuyo ideario fue fiel hasta sus últimos días.
Nacida en el otrora Puerto Príncipe, Camagüey, el 10 de junio de 1842 y fallecida el 23 de enero de 1918, Amalia fue una ferviente patriota y luchadora por la independencia cubana.