Rosmerys Bernal Piña
Desde hace 25 años la empresa Compacto Caribe garantiza con sus envases la protección y presentación de diferentes productos de la industria farmacéutica y alimentaria, entre otros; a la vez que promueven una opción de negocio respetuosa con el medio ambiente.
Esta asociación económica internacional, en la modalidad de empresa mixta produce y comercializa envases de cartón corrugado y cartulina.
Elizabeth Texidó, comercial de la entidad, resaltó que siempre han estado a la vanguardia en todos los temas relacionados con el cuidado del medio ambiente y tratan de extender esa visión a sus clientes.
“Nos enorgullece que muchos emigran del plástico de las tanquetas de 2, 4 y 10 litros, por ejemplo, al cartón corrugado, y eso es algo que nos estimula a seguir trabajando en la línea de lo biodegradable”, detalló a esta revista.
El cartón es un material reciclable, reutilizable y biodegradable, lo que lo convierte en una opción sostenible y respetuosa con el medio ambiente; además, su reciclaje es fundamental para la gestión de residuos y la conservación de recursos.
Durante la Feria Internacional de La Habana, FIHAV 2025, Compacto Caribe presentó un stand sencillo pero muy creativo, con un diseño completamente de cartón donde resaltaban una mesa y varias sillas de este mismo material para las negociaciones.
Texidó explicó que cuentan con una alta demanda de cajas para productos como medicamentos, pizza, cake y dulces, entre otros, para clientes tanto del sector estatal como no estatal.
Havana Club, Brascuba S.A., BioCubaFarma, Ron Santiago de Cuba, La Estancia S.A. y el Ministerio de la Industria Alimentaria son algunas de las entidades que desde hace años emplean estos envases; y cada vez se suman nuevos clientes.
Compacto Caribe S.A. fue constituida en el año 2000, con los accionistas TRADE PACKAGING S.A, de la que forma parte el grupo industrial alemán KLINGELE, e INDUSTRIAS NEXUS S.A, patrocinada por el Grupo Empresarial de la Industria Ligera del Ministerio de Industrias de Cuba.
En sus inicios esta empresa comenzó sus operaciones en Palma Soriano, con una fábrica en ese municipio de Santiago de Cuba, luego se extendió a la cabecera provincial, y finalmente a La Habana, donde tiene la mayor representación.
Al preguntarle sobre su desarrollo personal y profesional en esta empresa, Elizabeth Texidó aseguró que le gusta mucho su trabajo como comercial y la interacción constante que mantiene con los clientes.
Explica que de ellos siempre aprende, por ejemplo sobre su visión de negocio, sus metas, las ideas novedosas que pueden tener y toda la retroalimentación que le brindan.
También disfruta cuando ellos se comunican nuevamente, luego de adquirir el producto, para expresarles cuanto le gustaron o cuan útiles le resultaron.
“Me siento realizada profesionalmente y espero seguir superándome. Además es muy gratificante para mí como ser humano saber que con mi trabajo aporto a la sociedad y al cuidado del medioambiente”, enfatizó.



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