lunes, 3 de noviembre de 2025

Marielena, educadora de cuerpo y alma


Fotos: Armando Yero La O

Por Orlando Fombellida Claro

La destacada educadora cubana Marielena Rodríguez Hernández recibió en cierta ocasión el celoso cuestionamiento de uno de sus vástagos: "Pareces la madre de tantos muchachos que a veces mi hermano y yo no sabemos en qué plano nos tienes”.

“En el primero mi amor, por supuesto que en el primero”, respondió ella, quien reside en la ciudad de Bayamo, capital de la provincia de Granma, y ha dedicado su vida a la formación docente de una elevada cantidad de niños y adolescentes que, mientras fueron sus alumnos y aun después de graduados, la ven como a una progenitora.

En ocasiones encuentra a jóvenes que la saludan con mucho afecto y le dicen: ¿se acuerda de mí?, soy fulano, ¡gracias por sus enseñanzas!, comentó.


Actual jefa del departamento de Primera Infancia en la Dirección Provincial de Educación, Marielena obtuvo el título de auxiliar pedagógica en 1987 y tenía 18 abriles cuando comenzó a trabajar en el círculo infantil Pedro Pompa, del territorio granmense, al tiempo que continuó estudios especializados para la atención a ese tipo de instituciones educativas.

Durante 13 años fue metodóloga integral de Preescolar en nivel de provincia, y de ahí transitó a la Universidad de Granma y se desempeñó como coordinadora de la maestría de amplio acceso. Tiempo después, en la propia Casa de Altos Estudios, asumió por un lustro la dirección de una sede que atendía las especialidades de Educación Preescolar, Primaria y Especial.

Con particular cariño recordó que, en sus casi cuatro décadas de vida laboral, otro importante capítulo recoge las experiencias como directora de la escuela pedagógica Rubén Bravo Álvarez, también en la Ciudad Monumento Nacional.

Recientemente, en la gala político-cultural a propósito del aniversario 15 del centro, fundado el 6 de septiembre de 2010, Rodríguez Hernández fue una de los once fundadores reconocidos. Entonces se le vio feliz, y sobradas razones tenía para estarlo esta consagrada profesional que aplaudió la decisión de restablecer las escuelas pedagógicas en Cuba.


Esos planteles, dijo, cuentan con un magnífico antecedente en Granma que, en 1970, atestiguó el nacimiento de una Formadora de Maestros Primarios en predios de la emblemática Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos, en el Caney de Las Mercedes, actual municipio de Bartolomé Masó.

Trasladada con posterioridad a la ciudad costera de Manzanillo, dicha institución preparó a cientos de maestros y educadoras de círculos infantiles, quienes han tenido y tienen relevante desempeño dentro del sistema educacional y en otras esferas, afirmó.

Para la fundación de la “Rubén Bravo Álvarez”, Marielena asumió con entusiasmo la tarea de  conformar el claustro, mientras de forma paralela avanzaba el proceso de acondicionamiento de la sede, en un inmueble queantes acogió ciclos de formación de profesionales de la Salud y el Deporte.

Recordó que ese equipo fundador incluyó a 36 docentes y la matrícula inicial fue de 380 alumnos, quienes pasaron sus seis meses iniciales en dos locales fuera de Bayamo. De domingo a domingo, hasta las 2:00 ó 3:00 de la madrugada, a pie de obra junto a los constructores, la nueva escuela la hicimos con las manos de todos los educadores y estudiantes que aquí estábamos, y también las de sus padres y la comunidad, subrayó.

Sonriente, se autodefine como educadora de cuerpo y alma, y aseveró que la estancia en la “Rubén Bravo Álvarez” figura entre sus mejores experiencias, pues la marcó en lo humano y pedagógico, y favoreció la constante superación profesional y la obtención del título de Doctora en
Ciencias, en el 2020.

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