Gabriela Cultelli: feliz del gran abrazo de la FDIM

Por Gabriela Orihuela y Aime Sosa Pompa

Gabriela Cultelli pertenece a la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad (REDH), además coordina, en Uruguay, el colectivo Libertadoras —espacio desde donde surge la incorporación a la Federación Democrática Internacional de Mujeres (FDIM) en el 2024— y codirige «Mate amargo».

Ella celebró aquí en Cuba, junto a otras mujeres representantes de diversos países, el aniversario 80 de la FDIM. Dijo haberse llevado el conocimiento necesario para seguir luchando —algo que jamás ha dejado de hacer—, pero, sobre todo, el abrazo de iguales, de quienes sueñan con un mundo mejor.

«Pero estas cosas te levantan, son importantes para impulsar todas nuestras luchas y también las luchas de feministas que son parte de esas luchas por la liberación», comentó.

La Editorial de la Mujer la conoció minutos antes de sesionar el taller "Cuidados con perspectiva de género", donde fue panelista invitada.

«Los cuidados se comenzaron a investigar desde Cuba, en 1969, por Isabel Larguia, una argentina que vivía acá. Después la agarran otras europeas, que ya ni siquiera la citan, pero bueno, no importa porque las latinas estamos acostumbradas a ser invisibles. Las africanas también».

»Mi abuela se levantaba, no sé a qué hora, a preparar las cosas de la casa. Tampoco sabía a qué hora se acostaba. Tampoco supe a qué edad comenzó a trabajar. Pero eso que hacía también era trabajo, hablamos de trabajadora de los cuidados».

No es la primera vez que Gabriela, la investigadora, la feminista, la columnista de Mate Amargo visita Cuba. Aquí vivió desde sus 10 años hasta los 27. Ella, como otras tantas personas, creció oyendo, viendo, sintiendo a Fidel Castro Ruz, nuestro líder.

«El impulso que él le dio a las luchas en aquella época fue tremendo. Fidel, realmente, era feminista sin haberlo declarado porque luchó por la liberación de las mujeres», afirmó.

Gabriela se despidió aseverando que, son las juventudes quienes marcan «los caminos de lucha para nosotras seguir apoyando. Porque las revoluciones siempre fueron jóvenes, no es cosa de ahora. Y nuestro trabajo es apoyarlo».