martes, 15 de julio de 2025

Debate Parlamentario: El Centro de Estudios de la Mujer y la Igualdad de Género en Cuba

 

Por Lianne Garbey Bicet 

Fotos: Tomadas de Estudios Revolución

Durante las recientes sesiones de trabajo de la Comisión de  Atención  a la Juventud, la Niñez y los Derechos de Igualdad de la Mujer de la Asamblea Nacional del Poder Popular, la agenda parlamentaria situó en el foco del debate la labor desempeñada por el Centro de Estudios de la Mujer (CEM), perteneciente a la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).  

En este contexto, Judith Ferreiro Fuentes, directora del CEM,  compartió una investigación fruto del trabajo colectivo y comprometido de esta institución.

El motivo: poner en el centro de atención el estado actual de los derechos y garantías de las mujeres en el sector no estatal, un espacio económico en plena transformación y crecimiento en nuestro país. 

El estudio, que abarcó 10 provincias y más de 170 escenarios de gestión no estatal, recogió las vivencias y desafíos de cientos de mujeres a través de encuestas y entrevistas personalizadas. 

Según refirió la investigadora, las fuentes consultadas abarcaron universidades, casas de orientación, oficinas gubernamentales y expertos del sistema jurídico.


Trabajo, derechos y silencios

La falta de contratos, jornadas laborales prolongadas y el desconocimiento sobre derechos como licencias médicas o de maternidad figuran entre los principales problemas identificados. 

Las historias recogidas en el informe reflejan la precariedad con la que muchas mujeres aceptan empleos informales, sobre todo tras migraciones internas sin documentación. Entre otros elementos los datos presentados reflejan que: 

- Persisten brechas de género en la participación, promoción y remuneración dentro del sector no estatal.

- Falta de capacitación en materia de igualdad y perspectiva de género tanto de empleadores como de empleadas.

- Se subraya la necesidad de fortalecer políticas que garanticen un entorno laboral seguro, respetuoso y equitativo.

El Centro de Estudios de la Mujer, en estrecho vínculo con la FMC, desde su fundación, ha acompañado la formulación de leyes, la creación de programas educativos y la coordinación de cátedras universitarias sobre género. 

Los resultados de este estudio validan su posición como un referente esencial en  la investigación científica con enfoque de género y así fue reconocido por Arelys Santana Bello, presidenta de la Comisión Permanente de Atención a la Juventud, la Niñez y los Derechos de Igualdad de la Mujer de la ANPP.

De igual manera,  la dirigente elogió el trabajo promovido desde la FMC por combatir todos estos flagelos que afectan a las mujeres y señaló la necesidad de incrementar la participación de los diputados en su fortalecimiento. 

En correspondencia, Xiomara Torres, diputada por el Municipio Baracoa en la provincia de Guantánamo, refirió que es la primera vez que se cuenta con datos concretos que reflejan la realidad de muchas mujeres vinculadas al trabajo por cuenta propia (TCP) y a las Mipymes.

“Aunque anteriormente, a través de nuestros controles y vinculaciones comunitarias, habíamos realizado exploraciones sobre el tema —sin cifras precisas— hoy podemos constatar que estos datos coinciden plenamente con lo que hemos estado observando. Lo que más me ha impactado, y por lo cual decidí intervenir, es el alto nivel de aceptación por parte de las trabajadoras. Ellas conocen la situación, saben que están protegidas desde el punto de vista de la asistencia social y en el marco normativo, sin embargo, aceptan", comentó Torres.

Durante su intervención, la diputada guantanamera también expresó que existe una forma casi subliminal de manipulación por parte de algunos empleadores que tras el alegato del buen pago afectan profundamente a las trabajadoras con largas jornadas  y muy pocas garantías laborales. 

Por su parte, Yamila González Ferrer, vicepresidenta de la Unión Nacional de Juristas de Cuba UNJC y diputada por el municipio Mantua en Pinar del Río, puntualizó la necesidad de lograr una mayor articulación con otros niveles, como las asambleas y los gobiernos locales para tener un mayor impacto en este tipo de investigaciones.

 “Sería muy oportuno que estos análisis se hicieran a nivel local. Es en ese contexto donde se deben identificar y discutir las realidades que afectan a nuestras comunidades”, explicó. 

Al decir de González Ferrer hay un elemento que no podemos perder de vista: el impacto profundo de los estereotipos y su naturalización. “Muchos de los que incurren en actos discriminatorios ni siquiera reconocen que lo que hacen está mal, no sólo por desconocimiento legal, sino también por una falta de conciencia ideológica. Por eso, la capacitación se vuelve fundamental”, enfatizó.

Aunque existen avances normativos en la defensa de la igualdad de género, la realidad cotidiana exige acelerar la implementación de garantías efectivas. 

En el debate se instó a profundizar la investigación sobre otras formas de discriminación laboral, expandir la capacitación en igualdad de género a todo el tejido empresarial no estatal y garantizar que toda política pública incorpore la perspectiva de género como eje central.

El compromiso institucional por la igualdad de género en nuestro país no es solo un discurso, sino una práctica sostenida y en constante revisión. 

Fortalecer la labor del CEM y multiplicar espacios de diálogo y formación resultan clave para alcanzar la meta compartida: una Cuba más justa, inclusiva y libre de discriminación para todas las mujeres.

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