viernes, 23 de mayo de 2025

Rinden homenaje a personal diplomático cubano víctima del terrorismo



Por Aime Sosa Pompa

La Oficina Regional de la Federación Democrática Internacional de Mujeres (FDIM) en Cuba fue sede de un conversatorio donde se rindió homenaje a Adriana Corcho Calleja y Efrén Monteagudo Rodríguez, personal del Ministerio de Relaciones Exteriores, quienes perdieron la vida en el atentado terrorista de Lisboa, Portugal, en 1976.

Múltiples preguntas facilitaron un diálogo intergeneracional donde se destacó la importancia de conocer de primera mano, la historia de quienes han sido protagonistas de actos de valentía en la lucha contra el terrorismo.

El evento se convirtió en un emotivo diálogo con adolescentes, niñas y niños de centros educacionales cercanos, con Betina Valenzuela Corcho, hija de Adriana y el hermano del padre de Betina, Luis Lórenzo Valenzuela, Héroe del Trabajo y profesor de Derecho.


Contó Betina como de algún modo, su madre la preparaba para asumir responsabilidades, confiando en su madurez y capacidad para cuidar de sus hermanos en caso de que ella faltara.

Invitó a las juventudes presentes a reflexionar sobre la ausencia de una madre en momentos cruciales de la vida, su testimonio, conmovió mostrando que detrás de grandes acontecimientos hay historias personales de dolor, resiliencia y amor.

“Mi madre era una mujer muy solidaria y responsable, realmente muy exigente, extremadamente exigente, una persona con una alta capacidad de organización y eso creo que también lo heredé de ella”, expresó Betina, quien es hoy la directora general del Grupo Empresarial INNOMAX, perteneciente al ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).

Asistieron a este intercambio Teresa María Amarelle Boué, Secretaria General de la FMC, integrantes de la dirección nacional de la organización fmenina, maestras y líderes comunitarios.

Amarelle Boué subrayó la importancia de conocer más de la historia del fascismo y del imperialismo yanqui con el uso de las tecnologías, y solicitó que estas experiencias no queden solo en el círculo de los asistentes, sino que se multipliquen y se conviertan en una tarea colectiva de memoria y transmisión de valores.

Maybel Gonzalez, representante de la FDIM en Cuba, recordó cómo sucedieron los hechos en aquel fatídico día del 22 de abril, cuando el ataque, perpetrado con seis kilogramos de explosivos, marcó profundamente a las familias y a la comunidad diplomática cubana.

El conversatorio también recordó que el atentado en Lisboa fue parte de una serie de agresiones sufridas por la diplomacia cubana en más de seis décadas.

Esta evocación no solo sensibilizó a los asistentes sobre el luto sufrido por familias cubanas, sino que también resaltó la importancia de defender las conquistas alcanzadas por la Revolución.

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