martes, 17 de diciembre de 2024

La doctora Nidia y la magia de devolver sonrisas a niños jamaicanos


Fotos: Cortesía de la entrevistada

Por Yamylé Fernández Rodríguez

Con una amplia trayectoria, respaldada por 35 años de experiencia laboral, la especialista de Primer Grado en Pediatría, doctora Nidia Ana Leyva Manzano, prestigia a la brigada médica cubana que en estos momentos se encuentra en Jamaica, específicamente en el hospital Princess Margaret, en la Parroquia de Saint Thomas.

En esa institución médica, esta profesional de la salud, procedente de la provincia de Las Tunas, es la única cubana en el servicio de pediatría y comparte labores con colegas jamaicanos y de otras naciones.

Gracias a sus amplios conocimientos y al amor que distinguen su quehacer, esta experimentada profesional atesora conmovedoras anécdotas de los pequeños pacientes que ha atendido en el hermano país caribeño.
“Durante muchos años, me dediqué en Cuba a las actividades de dirección y esta misión me ha posibilitado ejercer como pediatra, profesión que amo y disfruto realizar, por lo que me he sentido muy bien”, comentó vía internet desde el hermano país caribeño.

“Es una grata experiencia que me ha permitido crecer como profesional y ser humano. Compartimos conocimientos, experiencias y culturas por el bienestar de los pacientes y los especialistas jamaicanos tienen una excelente preparación profesional.


“Hemos logrado salvar vidas y devolver sonrisas a niños y padres. Ha sido un reto, pues la Neonatología, que en Cuba es una especialidad aparte, es la que aporta más casos a nuestro trabajo cotidiano y, además, atendemos casos que son de cuidados intensivos y logramos salvar en el propio servicio”.

De acuerdo con la doctora, las patologías más frecuentes de la población infantil que ha tratado en Jamaica son las neumonías, el asma bronquial, las ingestiones accidentales de tóxicos y el dengue, por eso mantiene la esencia preventiva que tanto caracteriza al sistema de salud cubano.

“Insistimos mucho en la importancia de la lactancia materna y participamos en las actividades para mantener la condición de Hospital Amigo de la Madre y el Niño.

También educamos sobre la importancia de la vacunación, cómo evitar accidentes en los niños y en la necesidad de traerlos al hospital cuando están enfermos, entre otros temas”, añadió.


Una hermosa hoja de servicios tiene la doctora Nidia, en la que destaca su aporte solidario a naciones como Botswana, al integrar la brigada médica cubana que brindó asistencia a los pacientes con SIDA en ese país; y en Timor Leste, donde se desarrolló tanto en la actividad asistencial como en la docente, para formar a nuevos médicos en ese país.

Ella es ejemplo de consagración, al ser la primera en llegar a su sala y la última en irse; un legado que con orgullo refiere haber recibido de su padre, quien la educó en el sentido del deber.

“Mi familia en Cuba está siempre pendiente de mí, tratando de evitarme preocupaciones.

Fue mi abuelita quien me condujo a los caminos de la Medicina y el amor al prójimo; son mis hijos quienes me motivan e inspiran a sacrificios impensables; es mi esposo quien siempre ha sido incondicional conmigo, pero fue la Revolución cubana la que me permitió hacer realidad mis sueños”, afirma con agradecimiento y compromiso esta pediatra cubana, ahora mismo hada madrina de varios niños jamaicanos.



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