martes, 19 de noviembre de 2024

Cáncer de próstata en Cuba: un largo camino hacia el diagnóstico precoz

 

A propósito de la celebración este 19 de noviembre del Día Internacional del Hombre, desde revista Mujeres profundizamos en una de las principales causas de muerte masculina en Cuba: el cáncer de próstata.

Por Lisandra Chaveco

En Cuba, aproximadamente 3 de cada 4 hombres que alcanzan los 75 años presentan algún trastorno prostático que demanda tratamiento, según estimaciones de la Dirección Nacional de Estadísticas del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).

De acuerdo con un estudio publicado en la Revista Finlay, la incidencia del cáncer de próstata a nivel nacional ha aumentado, alcanzó un pico en 1992 y ha ido incrementándose alrededor de un 1 % anual desde el año 1995.

Sin embargo, entre los hombres cubanos predomina una baja percepción de riesgo sobre el cáncer de próstata y también una baja detección localizada de la enfermedad, lo que determina su alto índice de mortalidad y atenta contra su prevención.

Un desafío particular ante el avance de esta enfermedad en el país lo constituye sin duda su diagnóstico precoz. De cara a esta realidad, son diversos los motivos y temores que llevan a muchos cubanos a evadir la realización de un PSA o a acudir a una consulta de urología. Para conocer en profundidad estas causas y las características de la enfermedad, Mujeres consultó diversas investigaciones realizadas en el país y tocó las puertas del doctor Antonio Bouzo, especialista de II Grado en Urología y la Máster en Ciencias del Laboratorio Clínico, Isbel García, ambos pertenecientes al Instituto Nacional de Oncología y Radiología (INOR).

Tras la ruta del cáncer prostático

Además de la genética, el factor de riesgo más importante en el desarrollo de esta enfermedad es la edad, y la probabilidad de padecerlo aumenta después de los 50 años, por lo cual se recomienda realizar un chequeo físico anual.

Sin embargo, de acuerdo con la investigadora auxiliar del INOR, Isbel García Figueredo, la ausencia de chequeos frecuentes es una realidad y un problema constante que atañe a casi todos los pacientes que acuden a consulta.

“En nuestra experiencia alrededor de un 10 o un 15% llega a la consulta realmente preocupado y ocupado por su problema. El resto llega tardíamente, cuando se siente una serie de síntomas clínicos que si bien pueden acompañar a la hiperplasia prostática benigna (HPB)*, realmente ya muchas veces se trata de un tumor que no está localizado en la próstata, sino que ha invadido mucho más allá”, precisa la especialista.

A pesar de que el Programa Integral para el Control del Cáncer mantiene la política de indicación del antígeno prostático específico (PSA del inglés prostate specific antigen) en hombres mayores de 45 años con Antecedentes Patológicos Familiares (APF) de cáncer de próstata en familiares de primera línea, hombres sintomáticos y aquellos mayores de 50 años que deseen espontáneamente realizarse la prueba, su detección aún predomina en etapas avanzadas de la enfermedad.

Por su parte, el urólogo Antonio Bouzo asegura que entre los temores subyacentes en la mayoría de los pacientes están las características del tratamiento de la enfermedad y su impacto sobre la función sexual.

Asimismo, García Figueredo precisa que existe un conocimiento formal de los procedimientos de diagnóstico del cáncer de próstata, pero no en profundidad, de todas las alternativas posibles, sus usos y niveles de especificidad. A su juicio falta información, conocimiento y divulgación al respecto.

“El más conocido entre los métodos de diagnóstico es el tacto rectal, y persiste cierto prejuicio alrededor del mismo, aunque este se solapa generalmente entre los diagnosticados con carcinoma sobre todo, u otra enfermedad prostática que requiere la realización de este tipo de examen con cierta frecuencia. Se trata de una aceptación por necesidad, pues en otras circunstancias posiblemente no hubiesen accedido a realizarlo”, subrayó.


Desmontando mitos alrededor del diagnóstico

Para la sociedad cubana actual, el hombre aún es percibido como un cuerpo viril, resistente, necesario para la competencia, el trabajo y el sustento de la familia en muchos ámbitos sociales y culturales.

Buena dosis de estos imaginarios atentan con mucha fuerza según avanza la edad, e incluso, ante la presencia de síntomas, en contra «del tocar a tiempo» las puertas de especialistas, matizados por el temor a un resultado alterado del PSA y lo que pueda desencadenar el mismo.

Según la experiencia en consulta del Dr. Bouzo, la noticia de un PSA elevado tiende a crear en primera instancia una ansiedad muy grande. Los pacientes tienden a llegar a la consulta muy preocupados y sin información suficiente.

En este sentido, el galeno destaca que no se pueden sacar conclusiones con la realización de un solo examen de PSA, se debe repetir la prueba una segunda vez para evitar posibles errores y ser disciplinados en la preparación previa al examen. Un único resultado no es parámetro para afirmar que un paciente tiene un problema prostático, asegura.

De igual forma, una vez que se tienen los resultados es muy importante la interpretación del mismo, pues de acuerdo a los niveles o cuan elevado esté se puede tener una idea de las causas con las que puede estar relacionado, agregó el especialista del Servicio de Urología del INOR.

Este examen no es un marcador cáncer específico, sino prostático específico  aclara el Dr. Bouzo  existen muchas causas por las que puede dar elevado sin tener relación o deberse a un carcinoma, por tanto la importancia de acudir y ser valorado por un especialista.

Incluso, si estuviese relacionado con la existencia de cáncer prostático, la detección a tiempo garantiza esperanza y calidad de vida. Dicha patología tiene la característica de ser de evolución lenta y tener un pronóstico satisfactorio si se realiza un diagnóstico precoz, afirmó.

“En el Servicio de Urología del INOR tenemos casos con una evolución de más de 10 años, de 15 y hasta 20 años con cáncer prostático. Es cierto que la evolución depende de múltiples factores, como los niveles de respuesta que tenga al tratamiento, las características genéticas del paciente, la etapa en que se diagnostique. Pero la mayoría de ellos tienen una expectativa de vida satisfactoria. Muchos mueren con cáncer pero no de cáncer”, declaró.


Recomendaciones para alcanzar un diagnóstico precoz

De acuerdo con la investigadora Isbel García, sería oportuno realizar el PSA y estudios de la próstata que sean pertinentes a todos los hombres a partir de los 45 años, teniendo en cuenta el polimorfismo genético tan variado que presenta la cubanía, y la alta propensión a desarrollar cáncer de próstata gracias a las herencias caucásicas españolas, africanas y judías que caracterizan el mestizaje de la población cubana.

De hecho, Cuba es el país con el quinto lugar en mortalidad por cáncer próstata en el mundo, a pesar de ser una isla con solo cerca de 12 millones de habitantes, subrayó.

“Ante esta realidad es necesario poner más esfuerzo, personal, dedicación y creatividad en la comunicación, sensibilización y en la difusión del conocimiento al respecto. Y en este sentido es muy importante la labor del médico y la enfermera de la familia y la medicina comunitaria”, aseveró.

Por su parte, el Dr. Antonio Bouzo señala la importancia de intencionar la calificación del personal médico desde sus inicios, al potenciar rotaciones en la asignatura MGI por el tema cáncer para que exista una mayor sensibilización sobre la presencia de la enfermedad, un ente frecuente en la población, y que es posible tratar y controlar.

Asimismo, resaltó la pertinencia de que los médicos de otras especialidades como ginecólogos, urólogos y cirujanos realicen la residencia y roten por el INOR, para que profundicen en las características del cáncer de las diferentes vías pues los tumores malignos son las segunda causa de muerte en Cuba desde hace varios años, y con personal entrenado se pueden alcanzar mejores resultados y calidad de vida de la población.

1 comentario:

  1. Hoy nos golpea la situación del país. No hay recursos para hacer el PSA

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