El Día Mundial de la Prevención del Embarazo No Planificado en la Adolescencia, celebrado cada 26 de septiembre, es una fecha clave para sensibilizar sobre la importancia de la educación sexual integral y el acceso a métodos anticonceptivos. Este día busca abordar un tema crítico que afecta a millones de jóvenes en todo el mundo: el embarazo no planificado.
Aunque los tiempos han cambiado y existe información, servicios de planificación familiar y acceso a la anticoncepción, un elevado número de personas en Cuba, en la mayoría las y los adolescentes, no tienen percepción del riesgo y no evitan los embarazos o los asumen una vez que aparecen en sus vidas, sin haberlos planeado.
En declaraciones a Cubadebate, la doctora Tania Margarita Cruz Hernández, viceministra primera de Salud Pública en nuestro país explicó que el 82 % de la fecundidad adolescente corresponde al grupo de 15 a 19 años, mientras el 18 % recae en las menores de 14 años, mientras que los datos de los nacimientos en las menores de 15 años muestran la tendencia al aumento en los años 2021, 2022 y 2023.
El embarazo adolescente es un problema social, no es únicamente un problema de salud, sino un desafío multisectorial e interdisciplinario. No es solo una dificultad para los adolescentes. Es un inconveniente también para la familia y la comunidad, para la sociedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), lo define como aquel que ocurre en mujeres a partir de los 10 años de edad hasta los 19 años, y culmina con el nacimiento alrededor de 70% de todos los embarazos de adolescentes.
Para los y las adolescentes limita el desarrollo inclusivo, aumenta las desigualdades para las familias y las sociedades, incrementa las desventajas sociales, aumenta las brechas de género y las heterogeneidades entre los territorios.
Por los riesgos que acompañan a las adolescentes a temprana edad repercute a nivel global, tanto para la salud de la madre como para la del bebé. A esto se suman riesgos como la hipertensión arterial, el parto prematuro, el nacimiento bajo peso, entre otras complicaciones.
Según reportes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la Unicef, Cuba no está entre los países con las tasas más elevadas de fecundidad en adolescentes.
Guatemala, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, Guyana, Bolivia y Venezuela, se encuentran entre las naciones con mayor índice de embarazos en la adolescencia.
En el territorio nacional, los médicos y especialistas dan seguimiento a esta problemática a través del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI).
La prevención del embarazo no planificado en la adolescencia requiere un enfoque multidimensional.
Es fundamental promover la educación sexual que empodere a los jóvenes con conocimientos sobre su salud reproductiva, relaciones saludables y derechos sexuales. Asimismo, el acceso a métodos anticonceptivos seguros y efectivos es esencial para que los adolescentes puedan tomar decisiones informadas sobre su cuerpo y su futuro.
Este día también es una oportunidad para romper tabúes y estigmas asociados al embarazo adolescente. Fomentar un diálogo abierto y sincero sobre sexualidad y salud reproductiva es crucial para crear un entorno en el que los jóvenes se sientan cómodos buscando ayuda y orientación.
El Día Mundial de la Prevención del Embarazo No Planificado en la Adolescencia nos recuerda que invertir en educación y recursos para los jóvenes no solo beneficia a las generaciones actuales, sino que también construye un futuro más equitativo y saludable para todos. Es un llamado a la acción para gobiernos, organizaciones y comunidades a trabajar juntos en la creación de un mundo donde todos los adolescentes tengan la oportunidad de planificar su vida y su familia.
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