Por Zaida Fabars Abreu
Actualmente el envejecimiento de la población cubana es el principal desafío demográfico que enfrenta el país. Sus causas fundamentales están dadas por los bajos niveles de fecundidad y mortalidad, la velocidad acelerada de su transición demográfica y el comportamiento de la migración en los últimos años.
Según la última proyección de población realizada por la ONEI (Oficina Nacional de Estadísticas e Información) se espera que para el año 2050, la población de personas mayores alcance la cifra de 3 millones 343 mil 520 personas, lo que representaría un grado de envejecimiento del 35.9 %.
Esta situación supone un desafío más grande: garantizar el bienestar emocional, la salud física y mental de las personas ancianas para así proporcionarles una mejor calidad de vida.
Bajo esta premisa surgió Tatamanía, en septiembre de 2022, la primera empresa privada en Cuba dedicada al cuidado de personas mayores en situación de discapacidad o enfermas, Miladys Ramírez López, su presidenta conversó en exclusiva para la revista mujeres.
“Tatamanía es una agencia de cuidados que surge debido al interés que tuvimos como familia de crear un emprendimiento que tuviera un aporte social importante. Le vimos la importancia desde el punto de vista mercantil pero también desde el punto de vista social. Yo soy médico y mi esposo es informático, entre los dos vimos que era una necesidad imperiosa emprender en el sector de los cuidados en Cuba debido a la gran migración que existe en estos momentos en el país y que muchas familias migran sin las personas mayores por problemas económicos y demás. Nuestro objeto social es el cuidado a personas mayores, personas en situación de discapacidad y niños, porque mi especialidad es Pediatría y me gustaría también hacerlo en algún momento en ese grupo de edad”.
“A Tatamanía lo caracteriza sobre todo el sentido de la responsabilidad .Ya tenemos algunas personas discapacitadas y vamos a comenzar el servicio con un niño próximamente, en esencia nos dedicamos a cuidados generales. También nos estamos abriendo al turismo. Las personas que nos colaboran son licenciados en Enfermería, médicos, y rehabilitadores que no están activos en el sistema de salud. Buscamos personas jóvenes para que trabajen con nosotros porque no se ve bien que una persona mayor cuide a otra persona mayor. El servicio de cuidado mayormente lo realizan mujeres, pero también tenemos hombres que realizan la actividad, aunque en la generalidad son mujeres”.
“De hecho todo nuestro Consejo de Dirección está integrado por mujeres: la socia, yo que soy la Presidenta, la Vicepresidenta, la Directora de Oficina de La Habana y la Supervisora. Tenemos una Directora de oficina en Villa Clara, y abrimos una oficina en Guantánamo que la dirige un hombre”.
Emprender en el sector de los cuidados en Cuba es un reto profesional y cada vez se hace más imprescindible en la nación caribeña.
“Muchas personas mayores se están quedando solas. Hay mucha necesidad y no podemos cubrirlas todas. Nuestros precios no son económicos y el nivel adquisitivo no es igual para toda la población, no todo el mundo puede ser cuidado en Tatamanía sobre todo por el tema de los impuestos. Nosotros pagamos los mismos impuestos que paga una Mipyme que vende cerveza y realmente realizamos una labor social que creo que es algo importante a analizar, eso pudiera garantizar que bajen los precios de nuestro servicios”.
“Dentro de nuestros principales desafíos destacan que queremos ofertar otro tipo de servicios, como por ejemplo, llegar a tener algún local donde podamos llevar a los abuelitos, realizar actividades, tenerlos allí el día entero y demás. Otra de nuestras aspiraciones es expandirnos hacia otras provincias, ahora vamos rumbo a Camagüey y Granma que son las otras dos provincias en las cuales estamos haciendo acciones puntuales”.
Desempeñar una labor como la de los cuidados conlleva responsabilidad, entrega y sacrificio, no por gusto estas constituyen palabras de orden para Tatamanía. Aunque sea poco el tiempo que llevan en esta labor, muchas han sido las enseñanzas y aprendizajes adquiridos durante estos años.
“Todos los días aprendemos de ellos, de su familia, de los cuidadores. Es un reto realmente el cuidado y por eso siempre estamos aprendiendo. Nos hemos demostrado que sí se pueden hacer muchas cosas, que las mujeres sí podemos emprender y sí podemos hacer cosas útiles y que hay mucho camino por recorrer en el sector de los cuidados. Exhortamos a otras mujeres a que también sigan este camino para que nos ayuden”.
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