sábado, 13 de enero de 2024

Depresión: una enfermedad silenciosa


 

Por Gabriela Orihuela

Una enfermedad silenciosa ataca a veces, incluso, sin motivo aparente. Se esconde entre recuerdos, experiencias, duelos, despedidas, sombras, inexistencias, caídas. La depresión, como otros padecimientos, no tiene rostro, edad, raza, etnia, clase social. Llega y urge de ayuda para ser superada.

Cada 13 de enero desde distintas latitudes se alzan voces para visibilizar, concientizar y luchar contra la depresión. De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un trastorno mental que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo.

«A pesar de que no se conocen las causas exactas que provocan la depresión, existen diversos factores que contribuyen a la aparición de este trastorno, siendo los sociales, psicológicos y biológicos los principales causantes de esta enfermedad.

«Los genes que heredamos de nuestros padres y que son influenciados por las experiencias que tenemos en nuestra vida, pueden predisponernos a padecer depresión», se declaró en el texto ″13 de enero, Día Mundial de la Lucha contra la Depresión″.

La OMS concibe la salud mental como un «estado de bienestar en el que el individuo realiza sus capacidades, supera el estrés normal de la vida, trabaja de forma productiva y fructífera y aporta algo a su comunidad».

«Cuando esta capacidad se quebranta pueden aparecer alteraciones emocionales y del comportamiento dentro de las cuales se encuentran la depresión y ansiedad», exponen, en el trabajo ″Síntomas referidos de depresión y ansiedad en la población de Cuba″, especialistas del Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología.

Asimismo, explicaron que la depresión se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración; puede llegar a hacerse crónica o recurrente y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria.

Buscar ayuda especializada o de familiares y amistades es un excelente gran paso para superarla; reconocer que se necesita de una mano confiable para seguir adelante nos hace, siempre, más fuertes. Los procesos de sanación requieren tiempo y voluntad, trabajo y cambios. Además, para cada persona el proceso suele ser distinto, único.

El diagnóstico y el tratamiento oportuno y a tiempo repercuten de manera favorable para quien lo padece. «En Cuba, entre el 20-25 % de los pacientes que acuden a un centro de salud mental o son hospitalizados por enfermedades no transmisibles son diagnosticados con depresión», mostró el estudio anteriormente citado.



Depresión y brechas de género

Silvia Lucía Gaviria Arbeláez, médica Psiquiatra, Jefa del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Medellín en Colombia, asegura, en su estudio llamado ″¿Por qué las mujeres se deprimen más que los hombres?″, que «las mujeres están en mayor riesgo de depresión que los hombres, especialmente durante los años reproductivos.

«La diferencia en la depresión varía a través del ciclo vital, con un predominio de las mujeres sobre los hombres, que comienza al principio de la adolescencia y persiste en la madurez. Durante esos años las mujeres pueden asumir innumerables funciones y responsabilidades, es más probable que experimenten violencia sexual y doméstica y, con frecuencia, se encuentran en desventaja en términos de condición social y económica».

Sin embargo, la psiquiatra Gemma Parramon Puig expresó que «no es que las mujeres sean más propensas a desarrollar depresión, sino que las mujeres experimentan más factores sociales precipitantes y son más vulnerables a determinados factores sociales».

Factores biológicos, socioculturales y que amplifican artificialmente las diferencias de género son algunas de las causas primordiales por las que las mujeres son más propensas a la depresión.

«Los factores biológicos que pueden contribuir a la vulnerabilidad a la depresión son genéticos y hormonales y, en estos últimos, principalmente están involucrados los esteroides sexuales. Esta hipótesis hormonal está apoyada por el incremento de trastornos depresivos en la pubertad y por la disminución de la incidencia en la postmenopausia.

La caída brusca de estrógenos en la sangre, experimentada antes de la menstruación, después del parto y durante la menopausia, se relaciona con momentos de mayor vulnerabilidad para tener depresión, ansiedad y otros trastornos psiquiátricos importantes o, incluso, para agravar patologías existentes en la mujer», explicó Parramon Puig.

De igual forma, manifestó que la desigualdad estructural de género hace referencia a las diferencias en el acceso al poder y a los recursos entre hombres y mujeres: incluye la diferencia de los sueldos, la falta de educación de las niñas en algunas partes del mundo, la subrepresentación de las mujeres en los puestos de decisión y la violencia machista.

«La influencia de la desigualdad estructural en la diferencia de género en la depresión puede actuar a través de vías diferentes. Por ejemplo, el poder estructural de los hombres ha permitido el acoso sexual en el trabajo y las diferencias salariales hacen que las mujeres que sufren violencia por parte de su pareja no puedan permitirse irse de casa. Y hay evidencia de que tanto el acoso sexual como la violencia por parte de la pareja incrementa el riesgo de depresión, de ansiedad y de trastorno por estrés postraumático en la persona que es víctima», agregó en el texto ″¿Por qué las mujeres tienen más trastornos depresivos que los hombres?″.

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Foto Mujeres al Sur. Tomada de Cubadebate

Si te interesa el tema y quieres seguir indagando al respecto, te recomendamos uno de los episodios de Mujeres al Sur titulado ″Salud Mental″.

«¿Tienen alguna preocupación? ¿Han pasado por una situación vulnerable y no saben cómo levantarse? ¿Se sienten solas? En este episodio hablamos de la salud mental».

Las entrevistadas: la psicóloga Cinthia Moreno, que cuenta cómo incide la salud mental de una mujer sobre su estado en general, cómo lidiar con la depresión y la ansiedad, y la psicoanalista Eugenia Crivelli, quien habla sobre su trabajo en la Secretaría Nacional de Drogas, donde se trabaja con el paradigma de la integralidad, que viene de la mano de la nueva ley de salud mental, dan respuesta a «algunas interrogantes que muchas mujeres se hacen a diario: ¿Por qué no puedes expresar ciertas emociones y otras sí? ¿Qué herramientas emocionales pueden ser útiles para hacerle frente a la depresión, a la ansiedad? ¿Es necesaria una perspectiva de género en los tratamientos de trastorno mental?»

Puedes escuchar el podcast a través del enlace siguiente: http://www.cubadebate.cu/especiales/2023/11/01/mujeres-al-sur-salud-mental-podcast/.

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