Por Gabriela Orihuela
Una enfermedad silenciosa ataca a veces, incluso, sin motivo aparente. Se esconde entre recuerdos, experiencias, duelos, despedidas, sombras, inexistencias, caídas. La depresión, como otros padecimientos, no tiene rostro, edad, raza, etnia, clase social. Llega y urge de ayuda para ser superada.
Cada 13 de enero desde distintas latitudes se alzan voces para visibilizar, concientizar y luchar contra la depresión. De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un trastorno mental que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo.