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Por Lianne Garbey Bicet
El cine, la cultura y la serigrafía se unen en la exposición Mujeres en Mayúsculas, una muestra que celebra el arte y el talento femenino en la creación de emblemáticas obras con esta técnica de impresión. La exposición, organizada por el proyecto Cartelón Gráfica Cubana, se muestra en la galería anexa al edicio del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica ICAIC.
La presentación surgió como parte de las celebraciones del Mes de la Cultura Francesa en nuestro Cuba, que este año dedica su evento a las mujeres en todas las manifestaciones del arte. Al decir de Yumey Besú, director del Proyecto Cartelón, el objetivo es resaltar el papel de la mujer dentro del movimiento gráfico contemporáneo cubano, que ha cobrado fuerza y presencia notable en los últimos años en Cuba y el extranjero.
Los 24 carteles seleccionados abordan temas variados, algunos son representaciones de películas del cine cubano, latinomaricano, europeo y otros abordan temáticas sociales y culturales, como el Cartel por el Día de no la violencia contra las mujeres y las niñas y el aniversario de la ciudad de La Habana.
De acuerdo con Besú, se hizo una compilación de las mujeres con mayor presencia en la gráfica en los últimos siete u ocho años. Al final, “terminamos eligiendo a nueve diseñadoras cuyas obras estaban producidas para serigrafía que son las que hoy se exhiben en nuestro centro, obras de edición limitada y que están seriadas, foliadas y firmadas por sus autoras.”
La exposición Mujeres en la gráfica es una oportunidad para conocer el trabajo y la trayectoria de estas artistas, así como para apreciar su creatividad e innovación. Además, es una forma de visibilizar y valorar el arte femenino cubano. Una intención que responde a las principales directrices del Proyecto Cartelón de preservar este método de creación entre las nuevas generaciones de diseñadores cubanos.
"El Proyecto trata de mantener viva esta tradición de diseñar el cartel cultural o cinematográfico para serigrafía, siguiendo los cánones de los carteles tradicionales del ICAIC que tienen un gran reconocimiento internacional y que recientemente recibieron la condición de Memoria del Mundo de la UNESCO. Tatamos de que no se pierda entre los jóvenes esta forma de hacer arte con las características que implica: colores planos, diseños conceptuales que se alejan de cartel fotográfico, del collage…", aseguró Yumei Besu.
La presencia de la mujer en la gráfica cubana, dijo, no es algo nuevo, sino que tiene una larga tradición que se remonta a los inicios del cartelismo en la isla. Sin embargo, su reconocimiento y difusión ha sido escaso o nulo, debido al predominio de una visión androcéntrica y patriarcal que ha invisibilizado o minimizado su aporte.
Por eso, es necesario recuperar y reivindicar la obra de las mujeres que han contribuido al desarrollo de la gráfica cubana, desde las pioneras como Amelia Peláez, o Antonia Eiriz, hasta las contemporáneas como Giselle Monzón, Michele Miyares o Laura Llópiz.
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