viernes, 1 de diciembre de 2023

Feminismos negros ante invisibilizaciones y violencias


Por Aime Sosa Pompa y Alessandra Valera Padilla (estudiante 3er año Periodismo Universidad de La Habana)

Cuando ella preguntó ante los asistentes a la Convención de los Derechos de la Mujer, en Akron, Ohio, Estados Unidos, en 1851: “¿Acaso no soy mujer?”, estaba sembrando no solo una de las semillas más enjundiosas y fértiles del feminismo, también descorría una parte del velo que mostró los rostros y los cuerpos negros o de origen africano, víctimas del racismo como exclusión. Se llamaba Sojourne Truth, cuarenta años esclava, y con otros cuarenta años libre, cuando al menos pudo ser reconocida por su nombre.

En 1843, Carlota, otra mujer negra, ya era leyenda por trascender desde una estirpe cimarrona y por ser heroína precursora de las luchas anticoloniales en Cuba.

Su camino fue el enfrentamiento directo, su castigo el peor imaginado, quizás por el tanto miedo que despertó tamaña rebeldía en tierras de ingenios matanceros. Otras no tuvieron esa suerte y quedaron en el anonimato de millones de historias de vidas, mientras sobre sus personas se vertían toneladas de violencias de todo tipo.

Hoy ellas podrían ser apreciadas como agentes de cambio o lideresas racializadas. Gracias a sus orgullos naturales y a su falta de temor, se sumaron a las que dieron voces y rostros a una lucha de empoderamientos y de reconocimiento de sus derechos. Para que tales razones no queden solo en la común pregunta de por qué denotar a esos feminismos como negros, el Centro de Investigaciones Psicológicos y Sociológicas, Cips, motivó a reflexionar sobre este asunto con diversas actividades, al celebrar un Simposio Internacional en su 40 Aniversario, en este mes de noviembre, en La Habana.

Con una mirada desde Cuba y en clave descolonial, la investigadora, profesora y Doctora en Ciencias, profesora titular Rosa Campoalegre Septien, lideró un taller y varios conversatorios, mientras convocaba a mirar más allá del Decenio Internacional de las personas Afrodescendientes, fijado por Naciones Unidas y a culminar en 2024, bajo un lema que clama por más reconocimiento, justicia y desarrollo.

En el debate del primer curso pre evento, docentes, investigadorxs, activistas sociales, comunicadorxs y creadorxs reconocieron que desde los lugares de enunciación ya se iban reconstruyendo esas historias indisciplinadas que, igualmente, fueron parte de las luchas contra las violencias basadas en el género. Hoy están las negras/afros/quilombas/prietas/cimarronas/palenqueras/hetero/lésbicas/trans y otras identidades, alentando una resistencia afrocentrada y contra la deshumanización.

Los derechos de reparación histórica y la necesidad de seguir dignificando la autonomía de las mujeres frente a los racismos y los sistemas patriarcales, pasan de igual forma por una educación antirracial, una retribuida justicia ambiental y el llamado a vestir de negro los Objetivos de Desarrollo Social 2030. Junto a todas estas consideraciones emanadas del Simposio del Cips en sus espacios académicos, queda más claro que las violencias como dispositivos disciplinares pueden llegar a insensibilizarnos, si dejamos que se normalice el irrespeto a las diversidades.

Homenajes ante los caminos de la justicia

Otro momento del evento internacional fue el reconocimiento con la Medalla 40 aniversario al ya fallecido Dr. Rodrigo Espina Prieto, "eminente intelectual con aportaciones decisivas en la lucha antirracista”. Ese instante, que se desarrolló en la Sala Enrique José Varona de la Universidad de la Habana, fue más impresionante al quedar este merecido premio en manos de sus familiares; quienes recibieron además un reconocimiento con lágrimas en los ojos, emocionados por la reciente pérdida del respetado cientista.

Por su parte, el encuentro contó con la presencia de la excelentísima señora Yvonne Nkwenkwezi, embajadora de Sudáfrica en Cuba, quien evidenció nuevamente su empatía y agradecimiento con las organizaciones cubanas que representan y defienden la presencia negra y la herencia africana en este país. A la par que recordó, con un breve pero emotivo discurso, la obra de Nelson Mandela y la unión que siempre tuvo con la Isla.

La directora del Cips, Dra. C. Ileana Hodge Limonta, envió un agradecimiento al escultor cubano Andrés Gonzáles Gonzáles, el artista encargado de representar físicamente a Mandela, un símbolo de resistencia y lucha.

La jornada sirvió para que sesionaran dos paneles guiados por investigadoras cubanas, de México y Colombia, quienes expusieron los resultados de una serie de estudios sociológicos referentes a la racialidad, desde diferentes regiones de América Latina. Las panelistas presentaron resultados contundentes con respecto a la actual desventaja que presenta la población negra en las sociedades de la región, las marcadas diferencias de oportunidades y la posición de los opresores capitalistas ante este fenómeno.

Como conclusión, se reafirmó la necesidad de unidad entre los pueblos afrodescendientes, el derecho a existir y ser respetados, y la resistencia como herramienta clave para vencer la lucha.

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