"La Federación se ha ido radicalizando a lo largo de sus congresos, en teoría de género y en la lucha por igualdad"
Por Claudia Rafaela Ortiz Alba
Un encuentro de fundadoras de la Federación de Mujeres Cubanas, entre ellas, luchadoras clandestinas, guerrilleras del Ejército Rebelde, científicas e investigadoras, activistas y lideresas de base, tuvo lugar en la sede nacional de esta organización.
Allí, Teresa Amarelle Boué, Secretaria General, les comentaba: «ustedes nos dejaron la parada bastante alta».
La cita formó parte de las actividades por el 63 aniversario de la Federación, que tendrá lugar el próximo 23 de agosto.
El espacio las convocó para hablar y recordar la creación de la FMC, el rol que jugaron las mujeres y las adolescentes en la campaña de alfabetización, la batalla librada en los primeros años del triunfo revolucionario por la inserción de ellas en la economía del país, la defensa del internacionalismo, y los retos hacia el XI Congreso.
Sobre los desafíos al cónclave venidero, Ana Luisa Expósito, quien durante muchos años fue dirigente de la organización, con sus comienzos en Camagüey, precisó: «Las que estamos en el barrio, que somos las que nos buscamos los “problemas”, saben que la Federación debe y puede resolver más en su base, con las de abajo. Tiene que existir un mayor vínculo de las direcciones intermedias de la FMC con la base».
La Federación posee la autoridad suficiente para hacer esto. «Yo creo en la juventud, en las nuevas generaciones. Creo en las jóvenes que están en puestos de dirección, creo que pueden hacer incluso más de lo que hicimos nosotras», concluyó.
Mayda Álvarez Suárez, investigadora titular del Centro de Estudios de la Mujer, intervino para recordar «el amor de Vilma por las ciencias: su lucidez de mantener viva la investigación científica como un baluarte de la organización».
«El Instituto de la Infancia, las Cátedras de la Mujer, las Casas de Orientación a la Mujer y a la Familia, la creación del Centro de Estudios de la Mujer, todos esos pasos nos colocaron en el honroso papel de, como investigadoras, participar en comisiones y programas nacionales y gubernamentales, y en la redacción de documentos importantes», señaló.
En las palabras finales del espacio, Teresa Amarelle reconocía: «Sí, es en las comunidades donde tenemos los mayores problemas. Ahora mismo estamos haciendo un levantamiento, porque la violencia nos está golpeando. Estamos trabajando con el Minint, la Fiscalía, los Tribunales, Educación, Salud Pública; y el Partido articulando todo eso.
«El dolor que más vemos es el de las mujeres que mueren, pero hay otras que también sufren mucho y no han muerto, y morirán si no actuamos a tiempo».
«La Federación se ha ido radicalizando a lo largo de sus congresos, en teoría de género y en la lucha por igualdad>>
Las críticas que recibimos, dijo, no son para ponernos bravas, son para transformar y para hacer todo lo que haya que hacer bien. Hay muchísimos problemas a resolver. Uno de ellos, grave, es el de los cuidados.
En el empleo hemos retrocedido. Tenemos muchas mujeres en las casas sin poder trabajar porque no tienen quien les cuide a su mamá, a su papá, a sus suegros, a los niños y las niñas, precisó.
Asimismo enfatizó que los hombres siguen sin incorporarse a la licencia de paternidad; a pesar de que está aprobada, hay muchos prejuicios aún.
«La Federación es de todas las mujeres. La Federación no se puede mirar desde la acera del frente. La creación de la Federación fue un acto de justicia»
Y como tal, deberá seguirlo siendo.
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