Texto y foto: Yenli Lemus Domínguez
En cada ron, Isabel Cristina Rivero Páez reconoce años de custodia: “La del añejamiento es la parte del proceso que más disfruto, porque realmente no se sabe qué se obtendrá, es un misterio, ocurre en lugares tranquilos, sin mucho ruido, hay que lidiar con la inquietud de cómo estará al pasar el tiempo”.
También me gusta el área de fabricación donde se hacen cálculos y se sacan las mezclas. Allí hay retos diarios, comenta la Aspirante a Maestra del Ron Cubano, natural de Santa Clara pero que hace 34 años reside en Cárdenas (Matanzas), y trabaja en la Empresa Ronera Eladio de Marcos Hernández.