Por Aime Sosa Pompa
El 29 de junio marca el aniversario de la muerte de una mujer que llegó a millones de hogares con más de 40 novelas para televisión y radio: Delia Fiallo.
Quienes aún la recuerdan, saben que detrás del nombre de esta cubana abundan lágrimas, suspiros y desamores que adornaron una imaginación colectiva de varias generaciones.
Quienes ni saben de su existencia, pueden atreverse a indagar si detrás del glamour de la época, los personajes femeninos eran fuertes o solo al amparo machista se volvían heroínas en busca de qué objetivo.
Delia escribía para las mujeres. Eso siempre fue claro y hoy es mucho más evidente. Sus novelas parecían escaparates de sueños prohibidos, páginas de diarios con vidas que muchas no podían permitirse pero que podían sentir como propias.