Si algo ilumina los días de la camagüeyana Graciela Guerra Parrado, tras su jubilación, es el proyecto sociocultural Manos Áureas, al que pertenece en la Casa de Orientación a la Mujer y las Familias de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), en la capital agramontina.
Y es que luego de concluir su vida laboral en el sector de la Educación, Graciela optó por no encasillarse en labores domésticas ni postrarse ante el televisor, como ocurre en algunos casos.
“Este es un proyecto artesanal, que cuenta con su profesora y abarca el corte y la costura, la bisutería, el tejido a crochet, el parche y la muñequería; lo que hacemos agrada mucho a las personas”.