miércoles, 10 de diciembre de 2025

La prensa cubana ante su transformación

Por Marilys Zayas Shuman

La Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) celebró su V Pleno del Comité Nacional en diciembre de 2025, en un contexto marcado por la crisis económica, la ofensiva mediática contra la Isla y la necesidad de consolidar un nuevo modelo de prensa pública para el socialismo. El encuentro fue balance, autocrítica y proyección, y concluyó con una declaración que sitúa la transformación comunicacional en el marco de las tensiones geopolíticas de América Latina.

El V Pleno de la UPEC se convirtió en un espacio de rendición de cuentas y de debate estratégico sobre el sistema de prensa nacional. Ricardo Ronquillo Bello, presidente de la organización,  presentó su informe del período octubre 2024-septiembre 2025, mientras se evaluaban los resultados del 11no. Congreso, realizado bajo el lema “Cambios sí, cambios revolucionarios”. La reunión estuvo marcada por la conciencia de que la prensa cubana atraviesa un momento decisivo: modernizarse o quedar rezagada frente a los desafíos de la contemporaneidad.

En el encuentro, que estuvo presidido por Marydé Fernández López,Vice jefa del Departamento ideológico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, se reconocieron avances significativos: la aprobación de la Ley de Comunicación Social, la creación del Instituto de Información y Comunicación Social, la modernización de la industria poligráfica, la entrega de más de mil celulares decomisados por la Aduana y la apertura del Colegio Universitario en provincias como Las Tunas. Estos pasos legales e institucionales oxigenaron el proceso y generaron un ambiente político favorable para la transformación.

Sin embargo, la autocrítica fue clara. Se señaló la inestabilidad en los equipos de dirección, la falta de apoyo territorial y la incomprensión de autoridades locales como factores que han ralentizado el avance de procesos tan importantes como el experimento de la prensa cubana. La falta de coordinación entre decisiones centrales y provinciales fue identificada como una de las principales trabas. Se insistió en que la voluntad política debe traducirse en acciones concretas en los territorios, pues de lo contrario la transformación corre el riesgo de quedarse en la capital y en unos pocos medios pioneros.

Entre los avances más notables del experimento se destacaron las experiencias de multiplataformas como Cubavisión Internacional, Cubadebate, la Agencia Cubana de Noticias, Escambray, Girón, Periódico 26, Juventud Rebelde, Granma y Prensa Latina. En estos espacios, la transformación editorial y tecnológica ha permitido frenar la migración de profesionales, atraer a jóvenes periodistas y consolidar nuevas narrativas digitales. Radio Sancti Spíritus, por ejemplo, duplicó su comunidad en redes sociales en apenas tres meses, consolidó su canal de YouTube como el más seguido de la radio. La creación de podcasts, series audiovisuales y proyectos de inteligencia artificial muestra que el salto hacia la modernización es posible cuando se combina liderazgo, creatividad y respaldo institucional.

La dimensión económica fue otro eje central. Algunos medios han logrado ingresos significativos gracias a la diversificación de sus proyectos y a la apertura hacia la publicidad y el patrocinio.  Estos recursos han permitido estimular salarialmente a los trabajadores, incluyendo a embarazadas y madres en licencia, y mejorar las condiciones tecnológicas y de habitabilidad de las sedes.  Se insistió en abandonar el periodismo tradicional centrado en plataformas analógicas y apostar por narrativas contemporáneas, contenidos para redes sociales y formatos digitales capaces de disputar audiencias en un escenario global. La planificación editorial, el periodismo de investigación y de opinión, así como la escucha social y el uso de métricas de audiencia, se consolidan como herramientas imprescindibles.

La formación profesional fue otro eje central. Se propuso incentivar la apertura de la carrera de Periodismo en Pinar del Río y Matanzas para evitar el éxodo de estudiantes hacia la capital, así como revisar los filtros de ingreso y el límite de promedio académico para las pruebas de aptitud.

El pleno no dejó de lado temas sensibles como las pensiones de los jubilados del sector, que en su mayoría rondan los montos mínimos de la seguridad social. Se reconoció el incremento reciente como un alivio, pero insuficiente, y se planteó la necesidad de un tratamiento diferenciado para los periodistas jubilados, así como la creación de hostales para ellos. También se abordó la necesidad de garantizar aseguramientos logísticos para las Casas de la Prensa y de establecer un sistema de atención a la prensa similar al diseñado por Fidel en 1999, que incluía viviendas, transporte y recursos tecnológicos.

La jornada concluyó con la aprobación de una declaración que denuncia que América Latina y el Caribe vuelven a ser escenarios de disputa estratégica, con un despliegue militar estadounidense que recuerda ciclos anteriores de intervención y amenaza directa contra la soberanía de Venezuela. La UPEC, consciente de que la guerra contemporánea combina sanciones, operaciones militares y campañas de intoxicación mediática, subrayó la urgencia de fortalecer la educación comunicacional y de articular redes antihegemónicas en defensa de la verdad.

La declaración aprobada denuncia la Operación Lanza del Sur como un intento de forzar un cambio de gobierno en Venezuela y alerta sobre la ofensiva comunicacional que acompaña la presencia militar, basada en noticias falsas, operaciones psicológicas y narrativas de crisis permanente. En este escenario, la UPEC reafirma su solidaridad con el pueblo venezolano y con sus periodistas, que enfrentan un cerco informativo destinado a invisibilizar sus voces. La organización exige el cese inmediato de las acciones militares y demanda respeto estricto al derecho internacional y a la soberanía de los pueblos.

El documento aprobado no se limita a la denuncia: propone consolidar plataformas regionales de observación y respuesta frente a campañas de desinformación, integrando medios públicos, comunitarios, académicos y organizaciones profesionales. La UPEC asume así un papel activo en la articulación continental de la comunicación emancipadora, consciente de que la defensa de la verdad y la paz es inseparable de la transformación interna de nuestro sistema de prensa. La solidaridad con Venezuela se enlaza con la defensa de Cuba, pues las mismas matrices de deslegitimación que se aplican contra Caracas buscan también fracturar el sistema de comunicación pública de la Isla.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario