Por Gabriela Milena Padrón Morejón y Marilys Zayas Shuman
La Habana acogió el Encuentro Regional de Occidente sobre los procesos del Derecho de las Familias, un espacio de reflexión jurídica y compromiso social, organizado por el Tribunal Supremo Popular de Cuba junto al Tribunal Provincial Popular de La Habana, anfitrión del evento.
Durante la apertura, Fara Maritza Saucedo Pérez, vicepresidenta del Tribunal Supremo Popular, recalcó que el encuentro busca fortalecer la colaboración entre actores del sistema jurídico cubano, promoviendo un enfoque centrado en la protección y el bienestar de las familias, además de responder a las inquietudes más comunes al interactuar con la ley.
Uno de los momentos clave fue la presentación de una nueva guía informativa para facilitar la comprensión y aplicación del Código de las Familias. El material, resultado del trabajo conjunto con la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), traduce el lenguaje legal a una forma más accesible y amigable para la ciudadanía.
«Todo el pueblo cubano sabe que existe el Código, pero es crucial que lo comprendan, igual que otras normativas como el Código de Procesos», enfatizó Saucedo Pérez.
Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la FMC, destacó la importancia de formar adecuadamente al personal que acompaña a las familias en las casas de orientación, y explicó que la guía nace del diálogo con las secretarías provinciales, quienes identificaron vacíos persistentes en la comprensión del Código.
Además, el evento abrió espacio para discutir temas de gran sensibilidad como la violencia de género en contextos familiares. Según la magistrada Maryla Anna Pérez Bernal, de la Sala de lo Civil, Familiar y Administrativo del Tribunal Supremo, los tribunales deben detectar y atender con urgencia cualquier manifestación de violencia, incluso si no es el tema principal del caso.
«La justicia no puede ser indiferente ante las desigualdades. Hay que reducir plazos, activar a la fiscalía, acumular procesos relacionados y garantizar la intervención de especialistas desde el inicio, con enfoque interdisciplinario», afirmó la jueza.
En sus palabras, destacó la necesidad de pruebas periciales que visibilicen los daños psicológicos, los factores de riesgo y las posibilidades de reparación, asegurando una protección integral a las víctimas.
El encuentro también contó con la presencia de Arelys Santana Bello, presidenta de la Comisión Permanente de Atención a la Juventud, la Infancia y la Igualdad de Derechos de la Mujer del Parlamento Cubano, Alina Montesinos Lee, vicepresidenta general de la República, y representantes del ámbito jurídico de Pinar del Río, Artemisa, La Habana, Mayabeque, Matanzas e Isla de la Juventud.
Con espíritu de unidad, respeto y vocación humanista, este taller se reafirmó como un acto de amor colectivo por el futuro de las familias cubanas, recordando que la justicia también se construye con sensibilidad y escucha.
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