lunes, 2 de diciembre de 2024

Yamilé Fernández: Siempre regreso al mismo lugar, mi locomotora

 


Fotos: Naturaleza Secreta, Oscar Alfonso Sosa y José Luis Camellón

Por Roxana Hernández Puente

Basta preguntar por Yamilé Fernández Subiaurre en la unidad de FerroAzuc, del poblado de Tuinucú, en la provincia Sancti Spíritus, para que todos señalen a la maquinista que conoce como pocos los secretos de los rieles por los que transita la caña hasta el central Melanio Hernández.

Yo nací en esta comunidad del municipio Taguasco, frente a la línea por donde pasan las locomotoras, y en mi niñez los equipos que existían eran de vapor, acotó quien gracias a su constancia, se convirtió en experimentada transportista.

Eso me llamaba mucho la atención, me sentaba en el portal y pasaba horas viéndolas. Después de jugar a las muñecas, mi otro entretenimiento era observar esas locomotoras de vapor, sin imaginar que alguna vez iba a subir a alguna; yo vivía enamorada de ellas, puntualizó.

Yamilé fue operadora de plantas de radio y teléfono en el propio ingenio que, desde hace varias campañas, asume en solitario la zafra del territorio. Pero eso pertenecía al área del transporte y como ya tenía “ese bichito”, vivía pendiente de lo que sucedía en los trenes.

Un día vi a otra mujer montada en uno, ella fue la primera en hacerlo en esta región central, indagué cómo podía entrar al curso, lo hice junto a otras espirituanas y me gradué, detalló esta mujer, quien desde hace más de tres décadas prestigia el sector en Sancti Spíritus.

Desde el medio de transporte que opera con maestría y responsabilidad a prueba de “miedos”, Fernández Subiaurre confesó que en sus inicios era auxiliar y muchos la miraban con recelo, pero la constante superación la llevó a convertirse en la maquinista que es hoy.

Además de mi trabajo, me gusta pintar uñas, por ejemplo, y lo he podido desarrollar; sin embargo, el tren es lo mío, precisó.

Auxiliar; jefa de estación en Zaza del Medio, otro de los asentamientos de Taguasco con posición estratégica en el entramado ferroviario de la provincia; de mecanización en vías y puentes o de tráfico en FerroAzuc, en cada uno de estos puestos Yamilé ha dejado su huella.

Pero siempre regreso al mismo lugar, mi locomotora, señaló.

Una de las experiencias más enriquecedoras que ha vivido Fernández Subiaurre en su carrera profesional fue el encuentro de mujeres transportistas en la Segunda Feria Internacional del giro desarrollada en abril último, en el recinto de Pabexpo, en La Habana.

Fui invitada y no me lo creía cuando recibí la llamada, significó. Me quedé confundida hasta que llegué a la cita, una experiencia linda y emotiva.

Estar ahí fue maravilloso, ratificó; había otra cubana que manejaba un ómnibus Yutong, una copiloto, una marinera --de sólo 26 años--; y otra que tenía su propio taller de reparar bicicletas. Resultó un intercambio inolvidable, señaló.

¿Ser mujer ha sido un impedimento en algún momento para ejercer su labor?, indaga esta reportera.

Pese a que la inmensa mayoría del colectivo está conformado por hombres, prima el respeto y buen clima de trabajo, es como si fuéramos una familia y, además está mi esposo, que se desempeña aquí también.

La zafra es una etapa dura aun para quien está acostumbrado a ella…

Desde 1991 estoy vinculada a la contienda azucarera y siempre son períodos fuertes, sobre todo por la tensión que genera el trasiego de materia prima para que el central no se detenga; tienes que estar muy despierta, atenta a todos los movimientos, manifestó.

"En el tiempo en que se asumen las reparaciones de la próxima campaña, cubrimos el viaje desde la comunidad costera Tunas de Zaza hasta Zaza del Medio, trasladamos combustible y otros productos hacia el centro de carga localizado en Sancti Spíritus y, a la vez, se sitúan carros en el taller para su mantenimiento. El ferrocarril nos ocupa todo el año."

Interrogada sobre la posibilidad de terminar su vida laboral en uno de estos equipos, Yamilé Fernández Subiaurre fue categórica:

“Cuando ya no pueda subirme a uno, me verán con un bastón, porque voy a seguir dando guerra. Los trenes son imponentes, sin embargo, eso tampoco es impedimento para que una mujer los domine.”

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