Por Marilys Zayas Shuman
El Programa de Adelanto para las Mujeres, implementado en Cuba hace tres años, ha impulsado la igualdad de género y el empoderamiento femenino. Aunque se han logrado avances significativos, persisten desafíos que requieren atención.
Las estrategias implementadas en el marco de
este programa han aumentado las posibilidades del acceso a oportunidades
educativas y formativas, una realidad que viven las cubanas desde el triunfo
revolucionario de 1959 y que hoy se contextualiza. Este impulso ha permitido a
muchas cubanas desafiar los estereotipos de género, muchas veces
invisibilizados y continuar apostando por su independencia económica.
El programa ha sido crucial en la creación de
espacios de apoyo emocional y psicológico, fomentando un entorno en el que las
mujeres pueden compartir sus experiencias y encontrar recursos para afrontar
desafíos como la violencia de género. La visibilidad de mujeres en posiciones
de liderazgo también ha aumentado, lo que contribuye a un cambio en la
percepción acerca del papel de la mujer en la sociedad cubana. Aunque los
obstáculos persisten, la implementación del programa ha sembrado las bases para
continuar con la transformación cultural, marcando un camino hacia una equidad
más sólida y profunda.
La
Mujer Cubana: Avances y Desafíos en un Entorno en Transformación
En los últimos años, la mujer cubana ha
experimentado un panorama cambiante, con avances significativos en la defensa
de sus derechos y la búsqueda de una mayor igualdad de género. La Constitución
de 2019 consagra la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y
hombres, prohibiendo la discriminación por motivos de género y estableciendo
mecanismos de protección contra la violencia. Esta legislación ha establecido
un fuerte precedente, ofreciendo a las cubanas un respaldo legal que las
empodera aún más.
Simultáneamente, la Ley de Salud Pública
garantiza el acceso gratuito y universal a la interrupción voluntaria del
embarazo y a la atención integral en salud sexual y reproductiva. El Código de
las Familias, aprobado en 2022, representa otro hito en este proceso, ya que
reconoce la diversidad familiar y promueve la corresponsabilidad en las tareas
domésticas y de cuidado, así como la protección legal para las mujeres frente a
la violencia intrafamiliar.
Todo esto converge en el Plan de Acción
Nacional para el Adelanto de las Mujeres (PAM), que se ha implementado con un
enfoque estratégico, coordinando esfuerzos entre el gobierno y la Federación de
Mujeres Cubanas (FMC). La creación de Comités de Género en diferentes
instituciones permite un enfoque más inclusivo y tangible en la búsqueda de
soluciones a las problemáticas que en este sentido enfrentan las cubanas.
Avances
que Inspiran
Los logros alcanzados en estos tres años son
dignos de celebración: hemos visto un aumento en la participación laboral de
las mujeres en sectores tradicionalmente masculinos, así como un acceso
mejorado a la educación y la formación técnica. Estos avances contribuyen al
desarrollo social y económico del país en su conjunto.
Sin embargo, no debemos olvidar que persisten
desafíos que requieren atención continua. La discriminación por motivos de
género, color de piel, e identidad de género sigue siendo una realidad en Cuba.
La violencia de género continúa siendo un fenómeno de atención mantenida. La
problemática del embarazo adolescente se mantiene como un reto social, con
consecuencias para la salud física y mental de las jóvenes, así como para su
desarrollo personal y profesional.
Hacia
un Futuro de Igualdad
Para avanzar hacia una sociedad más
equitativa, es fundamental un compromiso firme para combatir la cultura
patriarcal y fortalecer la protección legal, perfeccionar el acceso a servicios
de apoyo para las víctimas de violencia, y fomentar una comunicación efectiva
sobre igualdad de género son pasos imprescindibles en este camino. Cada acción
cuenta y cada voz debe ser escuchada en la tarea de construir una sociedad más
justa.
Cuba ha avanzado significativamente hacia la
igualdad de género, pero el camino es complejo. Requiere de trabajo conjunto y
sostenido para superar los desafíos actuales, construir una sociedad más justa
y equitativa. El Programa de Adelanto para las Mujeres ha demostrado ser un
paso crucial hacia la igualdad de género; los logros alcanzados son evidentes,
pero es indispensable que mantengamos el compromiso y la acción continua para
transformar nuestras realidades.
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